lunes, 24 de marzo de 2008

Retenciones y otras visicitudes

Qué bien sienta el descansito al alma. Levantarse tarde, desayunar más tarde, tardísimo. Amanecer a la hora del almuerzo: desperezarse entonces y permitir que se nos peguen las sábanas a los mofletes sonrosados, de lechones despreocupados. Hacer el recuento de las horas que nos quedan para seguir haciendo nada, y rascarnos las barriguitas a dos manos. Mantener nuestra mirada perdida y suspendida en el vuelo de una inocente mosca: darnos el lujo de tener la mente abierta a la diversión o al descanso. Saludar, insolentes, al recurrente vicio de la ociosidad. Qué bueno hacer el vago, qué alivio para el cerebro, embotado de actividades neuronales.

Pero... qué pronto se acaba lo bueno, señores, qué cortas se hacen las vacaciones y qué dura durísima es la vuelta al trabajo. Daremos gracias, al menos algunos tenemos un trabajo al que volver, y un hogar que también nos espera, aunque sea de alquiler. Como cada año, la Semana Santa ha pasado imparable, con su poquito de procesiones, sus nazarenos morados, sus cirios y sus saetas güenas -Aa-aa-aa-y-y-yyy, al cielo con ella!!
Procesiones de coches, además, han llenado las carreteras españolas: sálvese quién pueda, se escuchaba, porque todo el mundo había cogido el coche estos días. Horas interminables de retenciones, cuánto falta y me hago pis. Todo sacrificio era poco para acabar llegando a un incierto destino, en el que descansar del estrés laboral y del aborrecido vehículo propio. Pero, ¿de verdad se descansa en los días libres?. Lanzo estas cuestiones a la concurrencia, -que espero haya despertado del letargo vacacional, pssst
- Que levante la mano quien conozca a alguien que no se ponga nervioso al emprender un viaje, cualquiera (en coche o en cualquier otro medio de locomoción)
- Que levante el talón izquierdo el que no se desespere al hacer la maleta para una semana de asueto, que, curiosamente acaba ocupando lo mismo que la que hacemos cuando nos vamos un mes (esto por si llueve, esto por si me baño, esto por si hago submarinismo, esto por si me tiro por un barranco..)
- Que levante la ceja derecha quien no haya perjurado no volver a salir de viaje cuando lo hace todo el mundo, y concentrarse en ser auténtico, ahorrándose así un tiempo valiosísimo en los desplazamientos hacia supuestos destinos de divertimento, que consiguen exasperarnos antes de llegar.
- Que levante la ceja izquierda aquél que haya descubierto que no ha descansado nada en Semana Santa, que ha dormido menos horas, ha salido y bebido más y ha gastado más de lo que puede permitirse.
Para eso están las vacaciones: terminar quejándonos por todo debería pasar a ser el deporte nacional. De este modo, le ahorraríamos el papelón a la selección española de fútbol para quedar siempre en cuartos.
¿Retenciones? No, retenciones de verdad, las del IRPF.
Feliz regreso, amiguitos


jueves, 13 de marzo de 2008

Las cosas como son

España ha votado. Ya tenemos presidente del Gobierno. Y representante para Eurovisión. Zapatero y Chiquilicuatre. Qué os parece. A mí total, sobre todo el segundo, con ese tupé de pega y aquellas bailarinas que se tropiezan subiendo los escalones del escenario. Parece increíble, que en un mismo fin de semana puedan pasar tantas cosas, tantos acontecimientos insólitos, tantas designaciones fortuitas. También fue el cumpleaños de Maricasti. Ahora ella no puede mantener su mente en blanco. Le asalta la melodía del chique-chiqui y su cerebro siente un 'cruzaíto'. A mí me ha pasado lo mismo. Con suerte nos pasa a todos y ganamos Eurovisión. Previo petamiento de teléfonos y SMS: Salva a Chiquilicuatre, qué filón. Mal que le pese a Uribarri.
Mientras, y si San Wifi no lo remedia, sigo sin poder disfrutar de conexión en casa, lo que se traduce en una demora actualizadora. Lo que viene estando en la inexistencia de las mismas, su absoluta desaparición. De hecho, a mí no me está viniendo mal escribir una vez a la semana, a toro pasado. De esta forma, me ahorro la profusión de datos inservibles y análisis variopintos acerca de las elecciones: las consecuencias, el futuro del país y del planeta, y el resto de cosas que le preocupan a la gente a la que le gusta estar informada. Como sé que no es vuestro caso (porque no estaríais leyendo esto) me tranquiliza saber que el servicio público que hago, es en realidad una nimia autocomplacencia, y que podéis vivir sin ella. Ya me siento mejor.
Las cosas como son, no puedo contar mucho más, porque desde que esto ha dejado de ser una obligación, se me ha secado la imaginación, que no las ganas. Como la Semana Santa está a la vuelta de la esquina, y para no abrir la Terapia, si no va a presentarse nadie, me despido hasta después de las vacaciones. Como en el cole. Haced los ejercicios y sed buenas personas, aunque cueste un poco más y se os ponga cara de tontos. Que el sol os acompañe sea cual sea vuestro destino, que el asueto os devuelva la calma y que os depare sonrisas.
Una servidora intentará hacer lo mismo.
- Buenas tardes y buena suerte
- Gracias, pero no juego
(Anónimo)

jueves, 6 de marzo de 2008

SincOnexiónStop

Me han trincado. Stop. Me vigilan. Stop. La información enviada a través de esta red no está cifrada. Stop. Puede que sea visible para otras personas. Stop. ¿Desea continuar? Stop. Qué remedio. Stop. Conectar de cualquier forma. Stop. Cancelar. Stop. No puede conectarse a la página. Stop. Se acabó. Stop. Algún día tenía que ocurrir. Stop. Que malo es acostumbrarse a lo bueno. Stop. Qué malo es ser lo peor. Stop.

Concluyó la barra libre.

Finalizó esta comunicación indispensable por falta de medios reales y gravosos. Desgraciadamente, se rompió la pasarela justo cuando cruzaba el puente. Debí haberme hecho a la idea de que ser una intrusa tiene un precio. Lo bueno es que lo estoy pagando, y lo mejor es que no me arrepiento. En estos casos suele decirse aquello de y que me quiten lo ‘bailao’, y añado que, para lo que me queda en el convento, me cago dentro. Qué despropósito. El resumen podría ser que si te metes donde no te llaman, terminan por echarte, y en el fondo sabes que no tienes derecho al pataleo, porque estabas de prestado. La vida es que es asín.

Un tiempecito debe haberse pasado - un adorable vecino de esta nuestra comunidad virtual, compartiendo conmigo su seductora conexión. Amable y desinteresadamente, él la había dejado libre, sin compromisos. Desde aquí le doy las gracias y me congratulo, como parte contratante, por su buena fe para con el prójimo, así como por su astucia. También debo darle la enhorabuena al haber activado sus controles de seguridad. Funcionan a la perfección, porque me han pillado. Ahora entiendo para qué sirven las actualizaciones, todo cobra sentido. Es que yo le daba al no, él ha debido darle al sí. A mi la margarita se me ha quedado pelada. Así que estoy muda. O también sin muda. En bolas. De mudanza internauta. Fueron otros los que silenciaron mi voz en la red. Los que apagaron esta chispa de un soplo. Seguro que muchos se alegran. ¿Lo harán?. Qué malos pueden ser algunos.

Son demasiadas cosas las que debería haber escrito, y muchas sobre las que me habría encantado divagar, con lo que me gusta a mí eso, pero tengo poco tiempo que he de aprovechar. Ahora el tiempo es oro, y miren que no me gusta nada esta frase, porque a los ‘mileuristas’ no nos sirve de mucho, se nos queda en calderilla. Esta semana han pasado muchas cosas. El debate - o segunda vuelta. Forúnculos cebados. El pilates y el maravilloso mundo de los gimnasios. El ritmo laboral que ha aumentado, y la conexión que ha disminuido. Total, una lástima.

Debatir según la RAE es altercar. No alternar, chicos, que no es lo mismo. De hecho la palabra altercado en sí misma ya se define como chunga. Altercado implica disputas, contiendas. Intercambiar puntos de vista no entra como una definición al lado de debatir en el diccionario de la RAE, menos le va a entrar a los políticos en sus curtidos cabezones. Una servidora no puede opinar de este cruce de denostados esfuerzos políticos, porque sólo pude ver unos quince minutos del famoso debate, tirando por lo altísimo. Tuve que dejar de hacerlo porque empecé a sentir que los poderes de Rappel me eran traspasados: parecía como si supiera lo que iban a decir. Entonces lo decían. Lo más grande, es que lo habían dicho la semana pasada casi con los mismos términos. No faltó ni la niña. Y me entró mucha pereza. Eso sí, la cobertura del acontecimiento me la tragué en toda regla desde las ocho y media de la tarde. Cumplí como ciudadana, con un presentimiento de altura democrática reflejada en el resto de mis convecinos, al menos los que salían en la primera. Pero, me desenchufé y me trasladé al off, planteándome la quiromancia como ingreso extra laboral.
Seguiremos informando. Le pese lo que le pese al que le pese.