miércoles, 6 de octubre de 2010

¿En serio, ‘arriba La Esteban’?

N. de la T. En esta ocasión, queridos, no querríamos perder la compostura. A pesar del titular, no se engañen. Es que tiene que dar mucho morbo para atraer a los más rezagados. Otra pequeña salvedad, así entre nosotros, se está acabando el plazo de la matrícula – que estamos ya casi con el curso comenzado, y todavía me quedan unos cuantos diablillos para seguir tirándoles de las orejas, porque les gusta mucho a ustedes hacerse los remolones, esa es la verdad.

Menos mal que no queríamos perder la compostura, perdonen, es que la movida es muy gorda. Esta sesión herirá susceptibilidades, lo sabemos desde ya, y de sabios es reconocerlo; además, es un poco imposible que siempre llueva a gusto de todos. Imaginen, si no, esto sería jauja y servidora la secretaria forradísima de Paulo Coelho. Pero la vida no es tan fácil, amiguitos. A veces hay que sudar la gota gorda para estar arriba. Y mucho. Que se lo digan a La Esteban, ¿no? Y con esto, ya comenzamos que los percibo un tanto expectantes ante el ‘asunto de marras’.

El asunto es muy fuerte, queridos, y como la actualidad manda en esta como en otras tantas cosas, hemos de pronunciarnos ante este fenómeno casi ‘sociopolíticosociológico’, - si es que tal concepto existe, que me suena a mi que me lo acabo de sacar de la manga.

El caso es que no podemos andar ajenos a la realidad que nos escupen los televisores y nos martillea en la sobremesa. Es que, hagas lo que hagas, vayas donde vayas, te tomes lo que te tomes, al final alguien acaba sacando el tema: La Esteban. Pero esta mujé la pobre, ¿pa tanto es?, todo el día todo el día, eso é un no parar. No me digan ahora que no está presente tol rato, La Esteban se siente, como la crisis. No sé si esto es bueno o es malo. Lo cierto es que a mi me provoca un punto de inquietud, a la par que una poca de zozobra. Es una sensación rara. Les digo ya que mu buena no es.

Tanto me ha sorprendido el ‘fenómeno’ anteriormente citado de La Esteban que he tenido que actuar, hacer algo un poco a lo loco, como cuando nos liamos la manta a la cabeza y a correr – porque encima la tipa es que se lo cree todo, y habla como si en sus manos recayera la verdad absoluta, mentieendesss? Así es, a mi como persona humana que soy, me da un poco de miedito cuando deja los párpados totalmente inmóviles pabajo durante varios segundos; que se te hacen interminables, y tú pensando ‘esta tía coño, que no abre los ojos ya’. Y ella toda digna, que cada vez se expresa mejor y más fuerte. Mermelada lo que tiene es que es muy buen mentor, que por algo le han dado un Ondas – anda, que eso no es fuerte ni ná. Así nos va de bien a los medios.

El caso que nos disponemos a tratar es muy duro, no sé si ustedes se hacen cargo. Todavía no me he hecho a la idea, ¿será esta la sensación que te entra cuando te abandonas al morbo fácil, a lo que la gente quiere escuchar?; ¿y todo por captar nuevos lectores?; ¿nos estaremos vendiendo? Pues vaya panorama más complicado: en paro, insolvente, insolentes y sin principios. No se puede ser más chungo en la vida, deben ayudarnos a salir de ésta, mírennos como estamos de malamente, hablando de ¿lo único? ¿que ahora toca La Esteban? ‘Potoma’. Quéfuerte quéfuerte.

A continuación les inserto el 'extracto de un mail' a una amiguita enviado hace menos de una semana. Está un poco modificado, como ustedes comprenderán si son legales - por estas cosas de la intimidad y de las posibles o posteriores acciones penales. Ya hablamos como unos tertulianos más, si es que dense cuenta, todo es ponerse y al final siempre se te pega ‘argo’. En él mismo correo del que les hablo, intento ‘transmitirle’ mi sensación de pérdida, de náufraga ante esta movida tan grande, que asolará calles y devastará platós, por lo menos de aquí hasta que nos hagamos tós viejitos.
La Esteban, ése portento de señora de las masas televisivas que se la creen, o comparten con ella su vida, o disienten totalmente, pero la ven, y en el fondo la miran con un punto de admiración. Contenida a veces, eso sí, pero casi todo el mundo mundial tiene ‘una opinión’ a su respecto, que en su vida es que es todo como muy jevi, la pobre. Yo creo que hasta Leti es seguidora suya, seguro que ella ve después de comer el Sálvame de Luxe.

Ahí va la ‘prueba del delito’ espero que no le moleste a ‘amiguita de las Alemanias’ si es así que me lo diga y lo borro, que aquí somos tós mu respetuosos, vamos, y esto es ‘una prueba más’:

“Por cierto (nombre de la amiguita, que está en un precioso pueblo en la mismita Alemania) tenemos que hablarte de este fenómeno ‘sociopolíticomediático’ en el que se ha convertido La Esteban. Tanto que le han hecho un documental ‘trustory’, respaldado y todo por Sigma Dos - que mira por dónde, y sin ánimos de pronunciarme, era una empresa que contaba con mi respeto, ahora ya no sabría bien qué decirte, hija, es que esto me ha pillado un poco por sorpresa.
Como será la cosa que la estudian como alternativa política, (nombre de amiguita que está en Alemania), créeme que no es coña ni una cámara oculta, que la realidad muchas veces supera la ficción y nunca mejor dicho, es que es mu fuerte todo. Yo a veces, hasta no me lo creo, como con los extraterrestres, que me lo creo, pero un poco de aquella manera. Mucho más fuerte todo, amiguita, cuando personas muy respetables en sus creencias políticas como mi hermana - que me parece que es un poco del PP pero reniega un taco y es super maja, por no decir que también guapísima, con su carrera y sus estudios y su coche y todo, pues no va y me dice ¡que ella la votaría a La Esteban!, claro, ahí es cuando yo me asusto y digo ¿pero qué hemos hecho mal con esta niña? (…) Moraleja, no le pongas la tele al niño, a ver si al final nos vamos a arrepentir de la educación que le estamos dando”

Queda expresada, de este singular modo, mi zozobra y sobre todo este miedito interno que me invade al pensar que ha llegado una generación aún más perdida; que si se da prisa desbancará a la de los NiNis y la del NS/NC en los próximos estudios sociológicos de este país de pelota – y de pelotas, en el que nos ha tocado vivir: la Generación de la Esteban.

La pobre, ahora encima el Fran le ha puesto los cuernos.
Si es que lo tiene tó.

‘Cuántas palabras, cuántas nomenclaturas
para un mismo desconcierto’
Julio Cortázar