martes, 11 de abril de 2006



No sé por qué te lo digo, pero te lo tengo que decir.
No sé, es que estoy como tonta, sin fuerzas para decidir.
No sé si sabes a qué me refiero, a esa forma de sorprenderte de reojo.
No se si notas que me entero, aunque parezca que estoy en otra parte. Lejos.

No sé por qué te lo cuento. No te da lo contrario, porque sigues pensando lo mismo.

Sé qué me pasa aunque quiera que me pase contigo. Quizás ya es tarde y la dicha fue suficiente.

Todos los finales se parecen entre ellos, siempre se va
uno rompiendo la cuerda que los sostiene. Tampoco te prometo que me vaya.

Igual queda tiempo para volver a empezar por el principio.

sábado, 28 de enero de 2006

Para la chica que tuvo valor. Narnia no es tan sólo una crónica...

Hoy no quiero discutir
siempre mis defectos
siempre sobre mí...
No, no me reproches más
que me estoy perdiendo
que no aguantas más.
Cuántas razones tengo que inventar
para poderme perdonar.
Hoy no quiero discutir
no pienses en ello.
Ya sé que te defraudé
que no es como antes
que nunca te fallé.
Cambió nuestra situación.
todo fue deprisa, fue para peor.
Cuántos recuerdos guardas tu de mí
para tratarme ahora así.
Hoy no quiero discutir
no pienses en ello
hazlo por mí.
("Hoy no". Enrique Urquijo)

lunes, 16 de enero de 2006

Se nos muere, el ¿amor?

Se nos muere el ¿amor?. Tiene fiebre de frío.
Se nos cayó de la cama cuando lo empujó el hastío
y está enfermo de muerte el mismo que era tan fuerte
tiene anemia de besos, tiene cáncer de olvido.

Y por si fuera poco, tiene ganas de morir.

Se nos muere el ¿amor?. Se nos mueren las ganas
las vemos agonizar convulsionando entre las sábanas
y no existe un vino tinto que nos reviva el instinto.
Se nos muere la magia, la pasión, la locura.

¿Amor?. Traicionero. Viniste pa jorobarnos.
Yo sobrevivía sin él y él era feliz sin mí.
¿Amor?. Con el tiempo te nos has oxidado.
¿Amor? susceptible, ¿amor? delicado.

No te mueras, o muérete de un trancazo
que no hay peor agonía que la que es de paso en paso.

Se nos muere el ¿amor?, se acabó la ternura
y a la libertad la convertimos en dictadura.
Se contagió de costumbre, le faltó fuego a la lumbre
se nos mueren los sueños, los versos, los besos.

¿Amor? implacable yo ya no sé que prefiero
que me odie de corazón o que me ame sin amor.
Si todo era tan bello, dime que nos pasa
hoy ya no somos ni amigos, no cabemos en casa.

¿Amor? tan ingrato
quítame solo una duda
si eres tú el que te mueres
o soy yo la que te mato.


Ricardo Arjona (Si el Norte fuera el Sur). Se nos muere el amor.


Muchas veces una canción (como esta) puede sacarnos de dudas. O no.
Otras nos encontramos de frente con la realidad que nos abofetea la cara, nos ahorra la revelación musical y nos enseña que la vida es bastante más complicada que cualquier tarareo.

¿Merece la pena cantar si sabes que no te escuchan?
Quizás prefiero estar en silencio hasta que vuelva a sonar esa melodía.