miércoles, 21 de octubre de 2009

Confesiones de una peatona

N. de la T. Como recordarán por episodios anteriores, nos hicimos el firme propósito de superar ciertas limitaciones en este curso que empezaba. Se trataba de vencer los pequeños obstáculos impuestos por la propia inutilidad de servidora; logrando así un requisito indispensable para enfrentarse –motorizadamente- a estos tiempos modernos y chungos que nos ha tocado vivir.

Con la que está cayendo, no me negarán que casi mejor tener el carnet del coche para poder escapar vía ‘carretera y manta’ a Brunete, San Chinarro o Pernambuco, según sea el caso y la circunstancia; que siempre llegaremos más rápido a nuestro destino que 'al trote cochinero' al que nos tenía acostumbrados la Querida Dehesa.

Guiada por esta enorme suspicacia y espíritu crítico, antes de iniciar los trámites de una matrícula cualquiera decidí formarme una idea de la situación general, e hice un riguroso estudio de mercado sopesando ofertas para esta descabellada demanda: sentarme en un automóvil sin que me temblaran hasta las pestañas.

En realidad el estudio fue muy riguroso, pero he de admitir que también fue muy breve. Me adentré ilusionada en una autoescuela de provincias y comprobé patidifusa con los ojos en blanco que el precio medio del carnet doblaba el precio de cualquier autoescuela en Madrid. Así que di las gracias educadamente a la señorita que me atendía tan atenta y, como ocurre en estos casos, prometí volver pasados unos días para dar una respuesta definitiva pero no lo hice: me salió infinitamente más rentable coger un autobús hacia la capital y probar suerte allí, emulando al intrépido Paco Martínez Soria, aunque sin ajustarme tanto la boina porque me hacía un poco de daño en las orejicas.

Ya en Madrid parecía que la suerte estaba de mi lado. Al salir del metro, varias personas muy agradables e insistentes me dieron papelillos de colores, mientras servidora les agradecía el detalle y los cogía todos. Después de leerlos detenidamente y descartar aquellos que consistían en ofertas de aparatos para la sordera o rebajas en muebles de oficina, uno de ellos llamó poderosamente mi atención:

AUTOESCUELA TADEO: CON NOSOTROS YA NADA ES IMPOSIBLE.
30€ MATRICULA + 10 CLASES PRÁCTICAS + 10 CLASES DE MANIOBRAS.
CURSOS INTENSIVOS DE 10 DÍAS. GRUPOS LIMITADOS.

Desde luego, como es la publicidad. Cualquiera dice que no a este reclamo, imaginen mi alegría y alboroto, tan grande era que no tardé ni diez minutos en llegar a la autoescuela. Allí otra señorita, superada en este caso concreto por el estrés de la gran ciudad y por la gran demanda de personas que habían acudido a la llamada del ahorro, me atendió entre bufidos y resoplos y me informó en minuto y medio de la oferta que anunciaba el papelillo de color amarillo.

No es que ella fuera demasiado convincente, ni que yo me enterara demasiado bien de las explicaciones que me brindaba -al tiempo que contestaba al teléfono y le gritaba a su compañera que le echara una mano- pero me aventuré, me lié la manta a la cabeza y me dispuse a apuntarme… hasta que se me ocurrió preguntar por el ‘Curso intensivo de 10 días para el teórico’.

Me miró como diciendo ‘¿Estás segura segura, o me vas a hacer perder el valioso tiempo del que no dispongo?’. Ante la ilusión contenida que mostraban mis desesperados ojos llorosos que le suplicaban ‘pero explícamelo despacito, por favor’, ella decidió hacerlo no sin antes observarme con cara de ‘como te suelte todo el rollo y después me digas que no te apuntas, vamos a tener más que palabras tú y yo’. Ain.

Enfrentó sus ojos a los míos y comenzó a hablarme en susurros ‘este curso es para personas que quieren sacarse el teórico en un tiempo récord’, empezó diciendo. Después, tomando mis manos, gesto que interpreté como que empezaba a sentirse un poco atraída por mi, continuó, ‘pero también es un curso intensivo para personas muy especiales’, ahí ya empecé a mosquearme mientras apartaba mis manos de las suyas, pero la tía no me soltaba y continuaba con un tonito un poquito sectario, ‘se trata de un grupo muy reducido de personas, un grupo de élite, de elegidos, que después de 10 días de clases con nosotros tienen asegurado el aprobado en el examen’.

Uy, esto sonaba ya raro. Al tiempo que servidora dejaba volar su desbordante imaginación y visualizaba ceremonias de iniciación en una secta para conductores noveles, con máscaras con una L blanca sobre fondo verde, ella me aseguraba que el éxito era de más del 80 por ciento. Vamos, que muy tonta tenía que ser para no aprobar. ‘¿Cuál es el truco?’, le pregunté intrigada. Dios, ¿tendría que desnudarme o confesar mis traumas infantiles, se enterarían mis compañeros de que no he tenido jamás una caries porque no sé a qué saben las chucherías? Los traumas de cada uno son los traumas de cada uno, oigan.

El truco, el quid, la respuesta correcta era simple y llana, y ella la verbalizó al tiempo que yo suspiré aliviadísima, dijo: ‘Estudiar, sólo vas a tener que estudiar como una perra, y decirme ya si sí o si no, porque mira toda la gente que está esperando y solo queda una plaza para el turno de mañana y dos para la tarde’. Uf.

Al final me he apuntado al grupo de elegidos en turno de mañana. De 9 a 14 horas. Cinco horas intensivas de explicaciones, definiciones y tests con menos de tres fallos porque si no me huelo que la profesora te coloca un cucurucho negro en la cabeza, o unas orejas de burro y te manda de rodillas a un rincón. Eso no lo sé seguro, pero se lo contaré pronto, si sobrevivo a la primera sesión del curso intensivo con el resto del grupo de conductores noveles de élite.

Mañana es el primer día. Deséenme suerte: alea jacta est.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Dónde quiera que estés, te espero Paco

N. de la T. Continuaremos donde dejamos la ‘trustory’ y finalizamos la entrega. Ya está bien. Después les entra el morbillo facilón y tenemos que seguir contando batallitas de borrachuzos que tampoco benefician a nadie en concreto.

Recuerden que cambiamos de bar pero mantuvimos nuestras expectativas. Al menos servidora se sentía como la reina de la noche, sin intenciones de querer ocupar ningún primer plano reservado a ese menester. Seguimos la conversación con estas dos personas que salieron de la pista, el Paco y el Davi, en el segundo garito. Nos acompañó parte de la pandillita basura farandulera y uno de ellos, que estaba ahí especialmente con la caña echada a ver si le caía algo y eso que se llevaba pal cuerpo, se unió a la charla a cuatro bandas.

La indescriptible conversación que mantuvimos aquel grupo fue de lo más inverosímil, valga la redundancia de la frase en sí misma. Hablamos de los Homo Sapiens; de la Crisis Mundial; del calentamiento del planeta; de los países exportadores de Petróleo; de las fronteras de la Unión Europea; de que la unión hace la fuerza y de los índices del paro, entre otras cosas. No sé, algo como muy poco de bar y de hablar a grito pelao a aquellas horas de la madrugada que eran las 4, que el cuerpo en vez de palabras lo que te pedía era otra cosa. Qué se yo. Salsa. Un movimiento sexy. Otra copa. Otro rollo.

Y hablando y hablando y hablando, pensé ‘qué pesadas son estas personas, cómo hablan todo el rato’, y le echaba una miradita al Paco, mira, cómo habla y habla y habla, y el Paco me devolvía la miradilla. Leve aproximación, ‘uy! perdona que me resbalo’ esas técnicas que todos nos sabemos cuando queremos arrimar la cebolleta. Parecía que surtían su efecto. El efecto, si no nos sale defectuoso por defecto.

Amiguita en un momento dado, y sin previo aviso, se las pira con Pescador cañita brava. Claro, ahí es cuando ya flipé un poco. El Davi le susurra algo al oído al Paco y el Paco me mira. Yo me hago un poco la tonta mirando así al techo silbando, hasta que pienso mentalmente sin verbalizar nada, ‘¿vais a estar mucho tiempo con los secretitos en la oreja son cosas de viejas?’ Entonces, como si mi reflexión interna hubiera traspasado mi mente, el Davi me da dos besos y se despide y el Paco le dice adiós colega, au revoire que dijo Voltaire, que este chico recordemos que era del mismo Paris.
Buena jugada, estos niños es que se las saben todas.

Y cuando parecía que el terreno estaba recién regado y abonado para la siembra de la semillita, reaparece Amiguita con Pescador cañita brava y entonces ya digo ‘pero qué broma es esta: aquí ya se va todo el mundo a su casa y cada una con quien quiera, coño’. No lo dije, claro, pero puse cara de pensarlo. Le hago un guiño a Amiguita, como diciendo ‘bueno, ¿qué?: ¿Pescas o enriqueces?’ y ella que me intuye mucho y muy rápido, dijo enseguida ‘vámonos todo el mundo que ya es hora’. De hecho, ya eran horas: las 5 y pico de la mañana. Madremíademivida, que hoy no pensaba salir ni a la puerta de mi casa.

En la puerta del garito nos costaba arrancar. Amiguita se pilla un taxi y el Paco me suelta un rollo de cagarse, tipo ‘no voy a tener más remedio que irme contigo porque le he dado las llaves al Davi, que tiene un despertar muy malo el parisino tolerante, que paso de llamarlo y que… ¿qué te parece?’. Ahí ya puse cara de ‘¿pero qué me estás contando Paco?’ con la salvedad de que esta vez sí pronuncié la pregunta en alto y después de hacerlo me quedé con cara de ‘ah, ¿he sido yo?’.

Miré al Paco y el Paco me miró. Tras su flequillo, que entonces no era una frondosa barrera entre ambos, me encontré con sus chispeantes ojos coloreaditos de rojo por las copichuelas. Entonces, el tiempo se detuvo y como en una película de Meg Ryan, empezó a soplar una brisa suave y mi pelo ondeaba un poco y comenzó a sonar una música preciosa. Eran como violines o eso me pareció escuchar a lo lejos. Dije de repente, suspirando, sin poderme contener, ‘qué bonito es conocerse’. Y el Paco añadió, ‘dame tu teléfono que te doy un toque un día’. Pensé yo, ‘cómo mola’.

Pero claro, en la vida real, de poco te sirven las frases bonitas y las buenas intenciones, mucho menos una brisa que ondea tu pelo levemente. Le mandé al Paco un mensaje el sábado después de aquel idílico jueves. Un ‘sms’ que no me comprometía a nada. Una señal por mi parte de que me encantó conocerlo y que me pareció un buen tipo. Sin más. Nada de te quiero te adoro te compro un loro cásate conmigo serás el padre de mis cinco churumbeles. ¿A ustedes les ha contestado? porque a servidora no.

Muy fuerte. El Paco, con la pintilla de moderno que tenía, con su amigo tan tolerante del mismito Paris, con su flequillo y su encanto. No me pegaba nada que fuera así. A mi no se me hace esto. Miren, conmigo no se está de cháchara toda una noche pelando la pava como el que no tiene mejores cosas que hacer, ‘nada, mira es que pasaba por aquí y estaba planeando jugar con tus sentimientos’. No hijo no. A mi no.

Todavía sigo dándome sin querer algún cabezazo en vez en cuando, cuando mis noches se tiñen de blanco y no tengo al Paco para que me hable de las subvenciones que recortará el Gobierno en esta legislatura. No sé si es un consuelo, o un alivio para mi espíritu aventurero. Puede que hasta me haya librado de un plasta. Más concretamente porque éste no me ha hecho ni caso, ya tiene bemoles.

Ay, Paco, vuelve. Regresa a mi. Pero vuelve mudito. Vuelve envuelto en silencio. Despójate de cualquier sujeto, adverbio, o pronombre. Yo te compensaré por los espacios en blanco y me encargaré de rellenarte los huequitos de tu mutismo. Los cubriré despacito con las caricias que te harán mis pestañas.
Donde quiera que estés, vente conmigo Paco: no te pongas tonto.
Ya verás como no hará falta que hablemos.
No vamos a necesitar ni una sola palabra. Palabrita...

The End.

domingo, 11 de octubre de 2009

Hasta el final

La noche en la que fuimos a ver a Coque Malla...

N. de la T. Váyanse ustedes de concierto directitos. Háganme caso... que para una vez que tengo la razón... De este modo eliminarán el estrés y muchiisimas toxinas; y al fin y al cabo, fomentarán la segregación de endorfinas: esas 'cositas buenas buenas' que te suben el ánimo, te entonan y te dan 'calorcito' cuando más fresquito estás por dentro... Ya, no se me pongan 'nerviositos': Al lío -'amoallá', que decimos por el suroeste peninsular al tiempo que nos 'arremangamos'
Pues nada, la noche que fuimos a ver a Coque Malla acabamos viendo a 'Los Otros', que por cierto se llamaban Los Coronas: Unos señores músicos que probablemente conocen 'aquí allá y en la China populá', pero que a mi -por mu de 'entendidadadelavida' que vaya.. no me sonaban de ná. Pero qué vamos a hacer, no se puede tener de tó... ¿no?
Ocurrió que hubo un fallo en la comunicación y un exceso de euforia, las cosas como son.
Al final nos plantamos en un concierto de unos tipos de los que jamás habíamos oído hablar. No sonaban mal esa es la verdad, sonaban muy bien - pero una vez que te has hecho a la idea de que vas a ver a Coque, choca un poco que de repente aparezcan cinco tipos de negro todos uniformados como Men in black en el escenario, con sombreros blancos de cowboy que tocan música instrumental con ritmos de ayer, hoy y siempre.
Pues nada que ver con lo que íbamos a ver. A ver: ¿un solista molón frente a una banda de las de toda la vida vestidos como cucarachas con sombrerico? Las comparaciones son odiosas, ya lo sé... pero no se parecían en nada, como un huevo a una castaña pilonga, vamos... Pero lo importante es ir al concierto ¿no?, porque a veces hay que ir a uno 'al boleo' para saber si te gusta la 'música', el 'son' que tocan... esas cosas.
Pero después (menos mal que ya nos enteramos bien otro día y contuvimos un poco la euforia)Dos días más tarde, efectivamente, sí tocaba Coque. Ahí que nos plantamos y en su concierto nos colamos, previo pago de la entrada para el acústico por el módico precio de doce euros.

Ay Coque Coque, tan pequeño (tan peludo, pero menos que Platero) tan tardón que estuvo casi una hora y media haciéndose de rogar el mamón, pero qué mono, qué salao, que entrega, qué majo. La sala llena, las manos y las cabezas preparadas para aplaudirle, para chocarse entre nosotros, para contonearnos y mecernos al ritmo de sus suaves canciones en solitario; que dan ganas hasta de quererlo un poco, tan chiquinino, tan salao, tan artistaco.

Sobre el escenario se creció al lado de Nico Nieto, que también era un artistazo - muy músico, muy alto y guapo y cool. Y todos allí disfrutando de lo lindo, mirando a los alrededores, observando las reacciones del público entregado y disfrutando de la música, que es lo que se intenta hacer en todos los conciertos.

La verdad es que tenía muchas ganas de verlo y no defraudó mis expectativas. Me gustaron las letras, sencillas y contundentes, las músicas que recuerdan a algo, pero que son de Coque, el grito que le sale de dentro cuando termina alguna de las canciones. Nos confesó que le gustaba mucho venir a tocar a Badajoz y entonces ahí ya todas las fanes babeando, encantadas de la vida y de ser de Badajoz y de estar ahí viéndolo a él, tan achuchable como una barriguita.

Como en todos los conciertos al principio se hace un poco difícil encontrar tu sitio. Sobre todo si no es una sala demasiado grande y todos quieren ponerse en primera fila; y si es su caso, como el mío, que por estas cosas de la herencia, la altura no es una de las cualidades que te ha obsequiado la naturaleza, o la genética. Pero lo vi de frente, lo observé durante todo el concierto y constaté una evidencia basada en hechos reales... Bueno, cuando me pongo tan repelente como el niño Vicente me da hasta miedito oigan...
El caso es que cualquier persona que se suba a un escenario, preferiblemente hombre, adquiere para servidora un halo de misterio y de atracción que no puede controlar. Se escapa de mi propio entendimiento, traspasa los límites de lo conocido - a exagerá no me gana nadie, que esto ya está sonando a expediente X... vaya tela con la niña.

Conciertos, hablábamos de conciertos. Para mi ir a uno es tan especial como comerte un brownie hecho por tu madre. Es como que se materializa un sueño, como que te dedican todas las canciones y tú estas en medio de un montón de gente, pero sientes que las canciones te las están cantando al oído. Así escrito suena un poco raro, lo sé, tendrían que estar en mis carnes para poder entender bien la sensación que les intento transmitir.
Pero, cómo molan los conciertos: tocar las palmas y soportar los empujones de la gente que va y viene del baño. Cómo me gusta la música en directo, saberme las canciones y quedarme ronca en los bises. O no saberme ni una y descubrirlas por primera vez. Y gritar, y dejarte llevar con Coque al fin del mundo...
Hasta el final esperen a que se cargue la página y suban el volumen, merece la pena, se lo digo yo que soy 'una prisiña' y me cuesta hasta quedarme parada mientras espero el autobús...

sábado, 10 de octubre de 2009

The Rovishowman

Dani Rovira: The Rovishowman
Asistir a un espectáculo como el que interpreta Dani Rovira en las casi dos horas en las que se enfrenta al público es impagable. El actor desgrana en un trepidante monólogo las cosas que le pasan, se pregunta también por qué coño le pasan a él y reflexiona acerca de lo humano y lo divino: la infancia, el amor, sus contradictorios progenitores y sus andanzas por la vida. La gracia es que habla como si fuera un amigo de toda la vida que, entre confidencias, susurros y gestitos, te hace partirte de risa al tiempo que le suplicarías que no parara de contarte más anécdotas.

Empatía, simpatía, generosidad y mucho, mucho arte. Altas dosis de auto conocimiento, quizás de acostumbramiento a uno mismo. Un sentido del humor inteligente y rápido, tan rápido que si no estás al tanto cuando su verborrea empieza a brotar no te acuerdas de dónde venía toda la historia. Es lo que presenciamos los espectadores que abarrotábamos la Sala Aftasí de Badajoz el pasado viernes 2 de octubre a partir de las 12. Era la segunda sesión y Dani ya había tenido su estreno, pero estaba el tío fresco como una lechuga.

D. Rovira habla, respira, habla, no respira y habla. Gesticula, cambia de voz, transforma su cuerpo con imposibles movimientos y te metes en otro personaje que tampoco para de hablar. No se cansa nunca su cabeza de desgranar sucesos cotidianos, pequeñas situaciones que sin poderse dominar dan paso a la risa natural y después a la carcajada. En este show no hay nada de risillas de bote, ni de sonrisas enlatadas. Hila frases con sentido y atina como el que apunta directo y seguro de alcanzar el objetivo: los aplausos que no pueden contenerse porque los que presenciamos esa fiesta, no podemos menos que agradecerle de algún modo lo que nos está haciendo pasar. Y es que el tío hace que te lo pases muy bien. Se te quita ese dolor de cabeza, se te olvida que no tienes saldo en el móvil y que probablemente mañana no podrás salir porque no te queda dinero en la cuenta. Con Dani se les olvida la crisis, con eso ya les he dicho todo.

Alma de payaso en una cabeza prodigiosa que improvisa sola. Confiesa que siempre sabe el monólogo con el que afrontará su actuación en una sala, pero desconoce qué tanto por ciento terminará improvisando. Pareciera que una y otra cosa, improvisación y ensayo, confluyan en una conversación que desearías que no acabara nunca. Pero Dani es humano, y necesita descansar, si no fuera por eso se habría quedado dando la nota hasta altas horas de la madrugada. Porque estuvo sembrado y no se les escapó ningún detalle.

Juega con el público y bromea con él porque es consciente de su propio encanto. En el escenario se crece y ante el micrófono su voz cambia de registro como si se pusiera una nueva careta. No deja de sorprender y de engatusar al respetable, a las chicas, a los chicos, pero los respeta riéndose con y de ellos, haciéndoles partícipes de semejante juerga. Engancha, atrae, motiva a comentar las jugadas, los chistes que no se te van a olvidar. Te dan ganas, una vez que ha terminado, de darle un gran abrazo y decirle: Gracias amigo, gracias a ti hoy he sido libre.

En eso insiste Dani al final cuando se despide: “Si reir te da más años de vida, yo os haré inmortales”.

Me hacen el favor por favor de meterse en su página oficial y después comentamos si no se han partido en dos y les apetece verle en directo. Estará pronto en Madrid (13/10/2009) así que estén vivos y al loro, pasen la bola y vayan sacando las entradas, que es en la Joy Eslava y eso se peta de gente. Quedan avisados.

viernes, 9 de octubre de 2009

¿Quién sabe dónde... está el Paco?

Quien esté libre de resaca: que se pase un Gelocatil

N. de la T. Cualquier hecho narrado a continuación es totalmente inventado e inverosímil. Les agradeceríamos que pasaran por alto cualquier coincidencia con la realidad puesto que habrá sido fruto de la más intempestiva de las casualidades. Asúmanla como un descuido de la que escribe y discúlpenmelo.
De este modo, los acontecimientos que leerán han sido remodelados así como los nombres y las características físicas y psicológicas de sus protagonistas; para preservar la intimidad personal e integridad moral que nos pertenecen a todos aunque en ocasiones se le olvide a La Belén Esteban adreítacómetelpollo.

Conocí al Paco en un bar en el que la gente, por regla general, está bastante receptiva a esto de las relaciones interpersonales. Un bar como los de toda la vida. Un sitio en el que la comunicación visual, imprescindible en todo acercamiento con fines ludicofestivos , da paso con suerte y varias copas a dos besos y una presentación. ‘Hola qué pasa, me llamo Genaro’, pues te la agarro con… Por supuesto que a este extremo de hipersociabilización ayuda el alcohol; que lo que es favorecer, favorece mogollón las relaciones y todo lo que se le ponga por delante.

Al Paco lo descubrí detrás de su frondoso flequillo en la entrada del garito al que entramos buscando unas cervezas. Allí se encontraba él, jipiando mayormente a las que salían y entraban, al lado de la puerta y de un chico con muy buena pinta, vestido con una chaqueta oscura y gafaspasta, que parecía por lo menos del término municipal de Las Rozas.

La pandilla que hizo acto de presencia en aquel lugar con beneficios para el propio ego era de lo más variopinta y poco discreta: cinéfilos superdotados, suecadores suecados, titiriteros y gentes de la farándula en general, los que a mi más me gustan. Con la estrategia que suele usarse when the night has come del ‘sindar’ –sin darnos cuenta- invadimos la barra entre risas y bromas; porque acabábamos de asistir a una velada maravillosa: vamos, que teníamos un subidón subidón de tres pares de narices en todo lo alto.

Queríamos darlo todo, nos invadía un halo de autocomplacencia que era así entre mutua y recíproca, una cosa muy absurda. Pensábamos ‘pero qué guays semos’, estas cosas que se piensan por la noche cuando vas animadillo. Nos encantábamos a nosotros mismos y podría decirse que estábamos sobrevolando a nado la cresta de la ola al tiempo que posábamos como la Obregón para las cámaras. De esas noches que dices: hoy es mi noche.

Si no se pone nadie malo y vomita; si logramos encontrar un sitio en el que continuar con el despiporre después de las tres de la mañana… Si no se cae nadie con todo el pedo en una zanja y se abre la cabeza. Sí, esas cosas que en Madrid y en cualquier ciudad de España, cada vez más y, aquí más, gracias a Gallardón y al Plan E, pasan a veces.

Entonces miro al Amigo del Paco –que entonces nadie sabía como se llamaban ni él ni su amigo, y pienso, ‘!Coño! qué mono. Tiene estilillo ése, el de la chaqueta oscura y las gafas de pasta’.

Al lado de él se encontraba el Paco, detrás de su flequillico, copa en mano, con visos de ser todo un moderno de pro, con los contras de todos los modernos. He de reconocer que también en su estilo pero menos atractivo visualmente, así en la corta distancia que nos separaba, que el amigo que parecía Roceño (¿?). Pero me dije, ‘pues también tiene su aquél el que está detrás del flequillo’.

Pues sí. Fugaz reojillo por mi parte y él que se encuentra de repente con mi inquieta mirada surcando el aire contaminado del populoso bar de moda. Al nanosegundo, chán, el Paco me estaba ofreciendo su mojito; Amigo estiloso hablaba con Amiguita, y todos estábamos tan encantados y parecíamos tan felices que aquello se parecía cada vez más a un anuncio del Audi A4. Muy grande y muy estiloso todo, como de ricos de toda la vida, nada de nuevos ricos que son muy ordinarios.

Entonces, sabedoras de nuestros encantos femeninos, que a poco que hayan bebido de eso se dan cuenta hasta los chicos más atontolinaos, Amiguita empezó a bromear y tontear con ellos como sólo ella sabe hacerlo. Entre inocente y punzante; divertida y estupenda. Mientras, ya al tema y cada una con el suyo –en esto Amiguita y yo no somos nada celosas y en función de la situación sabemos adaptarnos a las circunstancias con mucha prestancia- yo hablaba con el Paco y él me contaba un poco su vida; yo lo escuchaba y después ya le contaba un poco la mía.

Lo que viene siendo una conversación entre dos personas educadas en los valores de la empatía y el calor humano, pensé. Bendita ignorancia tan infravalorada injustamente con lo bien que se vive en la inopia y lo felices que son los tontos, con todos mis respetos hacia los tontos y su desconocimiento del medio.

Esto es importante así de primeras. Otra cosa muy distinta hubiera sido que solo hablara uno de los, que el Paco éste me contara su vida porque le encantara escucharse y que yo acabara aburridita como un piojo en la cabeza de Kojak. Pero no, me decía a mi misma, ‘¿es majete, no?, ¿parece que al menos se puede hablar con él?. Chachi.’ Sí, super chachi.

Pues nos cerraban el bar y el camarero insistía en decirnos que si no habíamos pillado a esas horas y a esas alturas, era ya un poco tarde y esos señores tendrían que ir cerrando y yéndose a sus respectivas casas; que a todo el mundo por muy ruin que sea le espera un felpudo contra el que frotar sus pies a la entrada del hogar.

Así que animados por los sabios consejos de las personas profesionales que se enfrentan cada noche a una barra poblada de despojos alcoholizados, aparecimos en otro lugar, cercano a éste y en la misma línea de garitos animados de las noches locas de los jueves de Madrid. Madredelamorhermoso.

Allí acabamos la pandilla farandulera y los dos agregados culturales: El Paco, que resultó ser un catalán flequillero renegador y El Davi, parisino tolerante y estiloso. Ambos con buen pelo, que esto hay que decirlo y reconocérselo. Los rigores de la edad no actúan del mismo modo en todos los organismos, las cabezas y mucho menos en los cueros cabelludos de hombres y mujeres.

En la próxima entrega, cambiamos de bar y seguro que habrá más cambios…
Intriga, intriga y dolor de barriga.


P.S. Gracias a los protagonistas de esta historia por inspirar estos hechos.

En esta instantánea nocturna, a medio camino entre posado robado y posado posado, podemos observar a Amiguita y a Amigo estiloso, en actitud de gustarse mucho a sí mismos. Luego es que pasó RainbonwBrite a lomos del Pequeño Pony y dejó todo el fondo perdido de purpurina...

jueves, 8 de octubre de 2009

Superar tus limitaciones es posible

Hazlo tú mismo.

N. de la T. ¿Ustedes también son de aquellos humanos que se reformulan viejos propósitos al empezar el nuevo curso?

Poniéndoles así ejemplos que se me ocurren de repente: ¿Aprender inglés; tocar la guitarra o las narices? ¿Apuntarse a un curso de informática para poco dotados – de la informática? ¿Entrenarse en el gimnasio y adelgazar esos impertinentes kilillos? ¿Dejar de fumarse aquellos pitillos?

¿O estrenan inquietudes como almas curiosas llevadas raudas por Wikipedia? Chiúuuuun.

¿Se aseguran bien de quitar el forro que envuelve sus miedos? ¿Intentan superarlos? ¿O dicen folclóricos internamente sin que se les note: ‘mieeedoooo, tengo mieeedoooo’? ¿Los superan los mieditos? ¿Se consideran personas responsables y capaces de alcanzar sus objetivos, sus anhelos: llamémoslos ‘X’s’?

(Ya está la pesada esta con las preguntitas: lo reconozco, también a mi me sacan de quicio estas mordaces autorreflexiones y me canso un poco de mi misma, pero con 30 años te acostumbras)

Pues para algo hemos vuelto, y si hemos vuelto ha sido para seguir formulando estas cuestiones indiscretas que fomentan el movimiento de sus neuronas, la sudoración de sus manos y, por supuesto, el chiqui chiqui de su cerebro.

Obvia decir que por nuestra parte la respuesta es cristalina y unánime: ni sí, ni no. Psssí. Lo mismo y como siempre: nos cuesta posicionarnos y no nos echamos a ningún lado. Nos mantenemos en un discreto segundo plano como la Reina Sofía, al tiempo que les ofrecemos el tratamiento exclusivo con el que cercenar antiguas cortapisas o renovados contratiempos. Limitaciones que tenemos porque no dejamos de ser personas humanas, algunas más humanas que otras.

Les propondremos El Manual de las Maneras de hacerse cargo de uno mismo y de sus circunstancias para acabar conquistando pequeñas metas o grandes retos. Todo es posible si ustedes quieren y ya pueden querer queridos. Créanmelo. Querer es creer y creer es poder. Uf. No les digo ná y se lo digo tó.

Las limitaciones terminan cuando apremia la necesidad: justo en el momento en que perdemos la paciencia.
Ciertas personas conviven con sus limitaciones. Se acostumbran a ellas como si se tratara de apósitos con los que hemos nacido. Imagínense que nacen con tres tetas. Pues, con eso tienen que vivir, con todas ellas. Forman parte de ustedes las tres tetas. Así es la vida.

Las asumen de la misma manera que algunos sabemos que nunca tendremos los ojos azules o seremos pelirrojos; que no podremos pasar más de tres horas seguidas subidos a unos tacones esgrimiendo algún ápice de dignidad; y que por mucho que nos esforcemos en minimizar nuestra propia inutilidad jamás de los jamases conseguiremos ser hackers - si acaso nos descargaremos canciones sueltas en el emule y veremos alguna serie de moda.

Eso es así y hay leyes irrefutables del Mundo y de la Naturaleza Humana que confirman estas afirmaciones que les hago con expresiones tan vehementes. Es que hoy nos hemos amanecido vehementes.

¿En qué manos, sino en las nuestras, está la llave para aprender aquello que está velado a nuestra astucia? ¿Alguno se sabe el código secreto? Pues en la pregunta se encuentra la respuesta queriditos saltamontes: La llave está en nosotros mismos. Esto cada vez se parece más a Coelho y nos estamos como yendo de nuestra propia personalidad. Fuera filósofos peseteros. A la mierda.

Pasémonos a la metáfora del atleta, que es bastante más descriptiva: El impulso. El salto. El Jaaaarl; no puedorl; que me tiro mapachito y no hay quien me pare.
Ya que, si otros son los que nos impulsan podemos acabar con las narices estrelladas en el asfalto, dando un espectáculo muy grotesco que no beneficia a ningún espectador con afanes mismamente estéticos.

Pero imaginen que, por casualidad, no son otros son los que nos elevan para dar el gran salto y nos subimos a un trampolín, pues puede que nos caigamos porque nos hemos pasado de altura con el impulsaco, o porque el saltito con el que subimos ha sido tan pequeño que no llegamos a ningún sitio y podemos tropezar y resbalar y caer, en menor medida, con las narices estrelladas en el asfalto.

Así que: salten ustedes solitos y tomen su propio impulso. Déjense de ayuditas que ya tenemos todos pelillos donde tienen que estar a estas edades los pelillos. En sus sitios concretos. A ver si nos dejamos de milongas y menos pucheritos. Se lo digo por su bien.

Ejercicios para la próxima sesión de esta Terapia:
1. Hagan una lista con varias, todas, o alguna de sus limitaciones.
2. Céntrense en cuáles de ellas son superables, cuáles probablemente superables y cuáles de ellas del todo imposibles de superar. Tachen estas últimas.
3. Trabajen con 3 de ellas. Las altamente superables. Asúmanlas y piensen en los aspectos positivos que derivarían de la superación de las mismas. Visualicen finalmente el momento de la superación.
*Repitan conmigo: Vamos a superarlo. Lo haremos y después nos alegraremos y seremos mejores personas. Eso es. Repitan varias veces. Tampoco se cansen. Noten como la luz entra en sus mentes. Prescindan de impulsos externos y acomódense en sus propios muelles internos. El saltito está llegando, perciben lentamente ese impulso. Chás.
En la próxima sesión seguiremos dando pautas.


P.D. Tengo 30 años y medio. No tengo carné de conducir. Vamos, me da miedo montar hasta en las bicicletas grandes, a las que no llego a pedalear. Y ya va siendo hora hija mía con la edad que tienes, me dice Madre de servidora, que es un carné de nada que ya te has sacado una carrera. Por mis narices que me lo saco. La Unión hace la Fuerza. Ay. No me abandonen.

martes, 6 de octubre de 2009

Ya estamos aquí

N. de la T. Vuelven los días a acortarse. Vuelve a soplar este viento frío. Vuelve, por fin, la temporada de otoño con algunas novedades y pocas caras desconocidas. Vuelven los protagonistas de historias de tercera regional y los secundarios de lujo.

Vuelve, sin querer, la melancolía del calor y del sol que quemaba. Porque vuelve el frío señores. Septiembre acabó y ya se apagó lo que nos quedaba de verano. Bueno, más o menos. Y cómo nos alegraba la vista el bronceado en nuestros cuerpos morenos ardientes al calor. Ain. Qué pena y qué tristeza más feliz. Porque ahora estaremos más blanquitos, pero volvemos.

Volvemos a cambiarnos las ropas. A vaciar de nuevo los armarios que nos libraron del frío, cómplices silentes de las ropas de abrigo; que se llenarán ahora con vestiditos que casi no tapaban, que solo insinuaban para quitarnos el sofoco y las vergüenzas.
Lo peor del dichoso trasvase de vestuarios es aquello que, inevitablemente, se quedará por los cajones, olvidado. Ésa camisa rara. Lo que nunca nos pusimos, lo que ocupó un espacio sin más porque no encontramos ni el sitio ni la ocasión en que ponérnoslo.

La nueva temporada, de momento, nos trae muchas sorpresas.

Al menos, reconocemos que les debemos una explicación. Vale varias. Ya, ya, ya.
Las respuestas a sus porqués: ¿por qué tanto tiempo, por qué hicimos esta huida hacia el silencio, dónde nos llevaron nuestros pasos, qué encontramos en el camino, por qué nos fuimos?. ¿Por qué volvimos?.

No me mareen, el caso es que ya estamos de nuevo aquí. Aprovechamos para saludar a los parroquianos que están desde el principio, en especial a mi Santa Madre; a los que todavía no se hayan ido, a los que –ya tienen mi admiración por adelantado, hayan aparecido en esta Terapia sin querer, o queriendo. Holita a toditos que diría Flanders.

A los que no están, que se vengan, corran la voz y pasen la bola que se abre ‘el chiriguito’. Al resto, acomódense que empieza la función. Luces, cámara y… Acción.

“A veces las preguntan embarazosas solo atienden a respuestas incisivas y cuando, por iniciativa ajena, las excusas acaban siendo un remedio contra la curiosidad, es mejor dar todos los detalles y asumir alguna de las consecuencias.

Me fui porque necesitaba respirar, sentir el aire caliente entrar en mis pulmones, estirarme como si fuera de plástico, olvidarme de los pasos que había dado y empezar a ser consciente de los que tendría que andar. Y rodar y rodar, rodar y rodar.

Me fui sin darme cuenta, sin saber que el tiempo se aliaría conmigo y el silencio se convertiría en mi sombra. Me fui para volver, renovada y valiente, para aprender a afrontar las dudas que siguen sacudiendo mis sueños.
Me fui para echarte en falta, para saber que me hice grande y que quizás haya aprendido a perder. A jugar hasta el final. Por jugar al escondite para irme lejos. Al final no me acordaba de por qué me fui, ni de por qué quise volver.
Volví porque necesitaba tener las ganas para volver. Volví para poder reconocer esa persona que a través del espejo me miraba a los ojos.

Por eso me escapé a otros lugares, descubrí otros mundos. Me sorprendieron paisajes que jamás pude imaginar. Conocí a otras gentes, habité en otras tierras, descubrí gestos que ya conocía en las caras de habitantes de otras ciudades. Y no me cansé de seguir observando. Continúe mi viaje guiando a mis pies por sitios en los que hubiera querido perderme. Perdida me cansé, bebí agua hasta saciarme. Respiré hondo. Sacudí lejos de mi lado la duda. Por fín dejé a la felicidad entrar suavemente por los poros de mi piel. Cerré los ojos y sentí, por vez primera, la fuerza que tenía dentro.
La descubrí, por eso vuelvo. Ya estamos aquí”.

P.D. Les dejamos con el minuto musical. Prometemos fotos, vídeos y más cosas. Ahora, pinchen y quédense con esta canción: “De momento abril”. La canta La Bien Querida. Mola.

domingo, 26 de abril de 2009

Bailando me paso el día, entre otras cosas

N. de la T. Disculpen estas molestias: seguimos con lo nuestro.
Así es.

Esta terapia tiene algunos defectos, de sabios es reconocerlo.
Tan sabios no somos pero lo reconocemos. No tenemos aún la certeza de que esos defectillos terminen siendo –quizás con un poco de empeño- virtudes que se escaquean; eso según lo vea cada cual. Dependerá de los ojos con los que se nos mire, o del color de los cristales de sus gafas de sol.
Otro día, queridos, hablaremos de la importancia de llamarse Ernesto, y también de la importancia de unas buenas gafas de sol con sus buenos cristales de colores. Ya saben, protéjanse siempre los ojos, que el par que tenemos ha de durarnos toda la vida.

Venga, que nos vamos del tema. Uno de estos defectos/virtudes, ésos a los que nos referimos -al inicio de este particular soliloquio- es que somos un poco tremendos-tremendistas tirando a lolailos. Esto es, en las Grandes Ocasiones, tanto cuando el desenfreno como el conflicto lo requieren: sacamos las castañuelas, entonamos un ‘jitazo’ de ayer, hoy y siempre, y nos marcamos unos bailes de lo más sanos, esos que acaban con cualquier atisbo de mal rollo. ¿Me siguen? ¿Entienden la importancia del Ritmo? ¿No?
A ver síganme todo recto y pasamos al desarrollo de esta Gran Pregunta:
¿Sabían que bailar es sanísimo?

¿Que fortalece la salud y nos quita los nervios cuando estamos nerviosos nerviosos? Pues desde aquí les informamos: Contonearse robustece la autoestima; desentumece los huesos, mejora nuestra expresión corporal –que a todos nos gusta un ‘meneíllo’; y reanima a las mentes más oxidadas. Incluso, si se me ponen tristes, a las menos animadas: 'Arriba esas sonrisas, y que no se diga hombre'.

Eso sí: Bailen con precaución, no me vayan a terminar como Alaska con el cuerpo dolorido, que se pasaba el día bailando y así ha terminado la pobre. Esa mujer es un no parar de energía, ¿no les parece que está en todas partes Alaska? Es como la cocacola. Ain, la cocacola, esa bebida refrescante y con burbujitas, que se disipa igual que servidora después de un ‘cabreíllo’, ya me he vuelto a ir, cómo me disperso oigan: Disculpen.

Después de hacer bastante hincapié en los beneficios del bailoteo, les tengo que confesar algo. Todo el rollo del baile viene por algo -o no queridos, ya conocen ustedes, si son lectores habituales por eso les advertimos (¿Hay alguien nuevo por ahí?)- las ‘multiconexiones’ que se gasta esta terapeuta para acabar contando ‘nada’, lo que viene siendo, en argot de la calle: ‘nádená’. Qué le vamos a hacer, no se puede luchar contra la propia mente, que se empeña en divagar y divagar.
Bueno, por poder se puede combatir contra uno mismo - con mucha fuerza mental. Se puede sí, aunque no vamos a ponernos ‘tan farrucos’ ni exigentes con nosotros mismos; para eso ya tenemos a los jefes o a los padres, según las circunstancias de cada uno. Tampoco podemos estar así 'pidiéndonos todo el rato cosas imposibles' puesto que conllevan una gran exigencia, y al final se me cansan que no vean.

A saber, cada cual tendrá sus 'listones más altos', sus pequeñas escaladas al 'Chiquiti-kili-manjaror': ‘apuntarnos al gimnasio para tener el Cuerpo de Elle McPerson’; inscribirnos en un campamento de idiomas para pillar un novio extranjero y aprender bien la lengua –extranjera. Pero tampoco se pongan Grandes Metas. Ya saben: Pasarlo mal ‘pa ná’ es tontería.
Ya les oigo, me dirán los más guerreros: ‘pa tonterías las suyas’. Sí, hemos de reconocerlo nos hallamos en una ‘etapa tontolona’, en modo ‘atontolinaíllo’. Hay que ver cómo nos gusta inventar palabras sin ayuda de un diccionario, ah, y también un brownie calentito con helado de vainilla y chocolate caliente por encima. Con eso nos volvemos casi locos, salivamos en exceso y ya estamos volviendo al ‘dispersamiento’.

Les pregunto, entonces: ¿Cuál es su canción preferida? ¿Hace ese soniquete que quieran bailar hasta perder el sentido? ¿Les incita al movimiento aunque sea al escuchar los tres primeros acordes? (Do-o-o estracto de varó-o-on...¿?)

Todo el mundo tiene una canción que le alegra, que le pone las pilas y levanta su estado de ánimo hacia el cielo. Pues: ¿Qué les gustaría escuchar si bailasen como si nadie los viera?; ¿Cuál sería el ritmo que tendría que sonar para que ustedes se arrancaran y se convirtieran en los Reyes de la Pista?; ¿Sintieron alguna vez vergüenza ajena viendo a alguien menear su cuerpo como si fuera una batidora? ¿Ocurrió que esta persona bailaba aquel baile, el de ‘ma-yo-nesa… na-na-na-ná’?

Reconocemos, no sin algo de dolor en el propio amor propio, que en ocasiones fuimos de los que se lanzan a la pista como si se hubiera acabado el mundo; otras hemos sido los desencadenantes de una conga; e, inevitablemente algunas veces hicimos que nuestros amigos dejaran de serlo una noche, sí, después de avergonzarlos con nuestros devaneos al son de la música: en un puro despropósito, amos.

Por eso, asumir los errores es de sabios, aunque nosotros seamos unos aprendices de todo y unos maestrillos de nada. Pero esta sería la canción que bailaríamos hoy. Mañana ya tocará otra Sam, que para eso está.
Les dejo con los –únicos, imprescindibles, inigualables y genuinos, puesto que no ha habido nadie que hiciera gritar taaanto a las niñas con unas letras tan… tan de ellos, bueno sí, Alejandro Sanz, pero en otro estilo y con otras fanes- Hombres G y su 'himno oficial':
“Dejad que las niñas se acerquen a mí”.
Vaya declaración de principios, me río yo del código de honor de la OTAN y de las leyes que rigen el planeta, esto sí que es un lema y lo demás es tontería.

Ahí lo llevan, no coarten a sus pies si ven que el dedito gordo empieza a marcar su ritmo...

sábado, 18 de abril de 2009

¿Quién ha sido?

(¿... Seré yo?)*

Pío, pío. Que yo no he sío.

De verdad, pudiera parecerlo, pero no fui yo.
Fue la otra: predecesora del cataclismo,
antecesora del caos.

Al contrario que una misma,
que duda más que una sombra de duda;
Pregunto: ¿El Todo o La Nada?
Respondo: Como la muerte súbdita en el tenis.
Un ‘taibrek’ y me como un ‘Kit-Kat’.

Descansito en medio de la nada.
Cigarrito y espera un momento
que te ponga de los nervios.
Acercándome cuando todos vuelven
de ningún lugar, con ganas de simulacros.

Sin saber que la vida es el simulacro
que tenemos, ¿lo merecemos?
Hagan sus apuestas.

Mientras, espero al todo; y de todo.
Aunque, sólo te quedas y enmudeces
prestándome la nada salada.
Descafeinada nada.
Clara como el agua: Para nada.

Tampoco soy nadie si tratas de asustarme
Y apagas la luz de mi cuarto:
Habitáculo donde perderte de vista, baby.

¿Sabes?, sólo soplo entonces, cuando llega aquella:
la oscuridad pasajera,
cuando a mí me da por apagar velas.
Cada uno se consuela como quiere.

Velas que dejo encendidas para un ‘por si acaso’:
¿Y si llegara un ocaso al desaparecer la sombra de este día?
Día perfecto de sábado sin ‘sabadete’; ni perrito que te muerda.

Y me bese la oreja derecha, que nunca se queja,
porque no se aceptan reclamaciones
ni lágrimas que saben a sugus de piña.

Además, cuando me quedo a oscuras
saco una cerilla.
Que arde de maravilla, oyes.
Y me controla estas dudas,
reaviva un deseo: fugaz estrella brillante,
que se muere de ganas de decirte alguna verdad.

Pero esa que te la cuente la otra
-más cuentista que una misma-
Inconformista sí seré aunque no te empeñes en mi.

Y tranquila me quedaré, con la duda,
que no creo que duela ni escueza.
No es tan grande
Ni tan malvada como el Hada.

Rebota rebota: explota en la cara la nada.

Como el globo que nunca tuvimos
que siempre nos merecimos.
Cuando después del humo negro,

Tomas prestado el vacío
desapareces con el ánimo vago
entregado en La simple, pero Respuesta:
no estás ahí.

¿Estuviste alguna vez?
Pues no estaba esta una tampoco, ni mucho.

Porque te perdiste conmigo
aunque no fuera la precursora del hueco
que deja tu cuerpo; ni aquella ceniza en los ojos,
ni la mirada del adiós:
aunque le sobra tiempo para ser sincera.

A su manera te lo dice, al menos eso, el resto es puro teatro.
Como una misma. Igual a la otra que no soy ni seré.

Ni siquiera fui la razón de las llamaradas apagadas,
Ni el aleteo de la mariposa blanca:
Guardiana de las buenas nuevas.
Nada de eso fui.

Y todo lo demás*
te lo perdiste buscando a otra; que ya no me importa
porque no fui yo*, y tu la esperabas a ella,
y la confundiste conmigo.

***

P.D. Aprovecho para saludar a los fanes -que los tendrán a millones, y a los artistas: Xoel-Deluxe; Rebeca Jiménez; y el Triste, y su hermano chico, Amaro.

viernes, 3 de abril de 2009

Alguien que nos cuide*

N. de la T. de G. Queriditos, decidme vosotros el porqué, el cómo, el cuándo... ¿Será la respuesta correcta un 'Quizás'? '¡Pues, yo qué sé, a mi que me cuentas!', hubiera dicho La Ratita Presumida, si hubiera tenido una canción (*)
¿Por qué algunos necesitamos asistencia personalizada cuando -sin querer o porque no queremos, no distinguimos el dichoso letrerito verde, el que indica: 'EXIT/SALIDA DE EMERGENCIA' (Oasis del que NS/NC) ?

¿Por qué otros requieren un punto de apoyo para cambiar el mundo, o un simple punto de apoyo para comerse un bollo (?) ¿Por qué algunos quieren, a veces, irse tan lejos que se les olvide volver? ¿Será que estos últimos no quieren volver? ¿Será que lo que quieren es olvidar cómo se vuelve? ¿No quieren volver, entonces? Ay qué grán lio, pequeños míos, perdonénme la licencia que me tomo de liarles siempre la cabeza.

[Sólo nos queda preguntarnos: ¿Qué será será, whatever will be, will be? Ya lo dice la famosa cancioncilla. Ejem. Yo de pequeña quería ser bombera o arqueóloga, y me quedé en 'periodistilla listilla', y así nos va...]

Pues lo decimos bastante a menudo, pero así es: será lo que tenga que ser y ocurrirá cuando tenga que ocurrir; eso es lo único que tenemos claro desde esta nuestra humilde terapia de grupo, con esta poca experiencia de los 30 recién cumplidos.

Lo que venga tendrá que ser bienvenido, nos guste o no. Bienvenido: al igual que esas letras que adornan cualquier 'felpudo casero' que se precie de serlo. No se me fíen de un 'felpudo cualquiera' que no les diga bienvenidos, ah, y de cualquier persona humana que no se pida un buen postre después de comer de menú. Algo raro habrá ahí...

--------------------------------------------------------------

(*) Alguien que no sea muy bueno, que no sea muy malo y si me hace regalos que no le cuesten dinero. Alguien que cuide de mi, que quiera matarme y se mate por mi. Que no quiero más chulos que no traen un duro, ni tios muy feos con un 'gran empleo'; que no quiero borrachos ni locos de atar, ningún mamarrasho que me haga llorar. Ni chicos 'perdidos' buscando a mamá, ni tipos 'muy finos' que luego te la dan: Alguien que cuide de mí, que quiera matarme y se mate por mi... que parece que no se parece a ti.

Ahora, después de este 'extracto semi-codificado con clave de acceso' les dejo con la eterna sonrisa de Doris Day, que miren era super sabia y qué estilazo tenía con todo el glamour en lo alto: miren miren, mona monísima. Ella hacía 'la dichosa' preguntita, y ustedes me pinchan en el enlace de abajo que hoy parece que el youtube patrocina este espacio:

¿Qué será será?

Feliz Semana Santa a todos. Sean requetefelices 'ahí afuera'

¡Nos vemos a la vuelta!

sábado, 28 de marzo de 2009

30 años no son ná

N. de la T. de G. We know my friends... que 30 años no son nada.

Ya que, invariablemente, seguirán pasando el tiempo -y esos valiosos cruciales segundos- y nosotros no tendremos más remedio que seguir deslizándonos, fluyendo con ellos: hasta el infinito... 'y muuuuucho más allá de nuestros sueños...' (Toy Story Dixit)

Ya saben: Sueñen siempre querid@s, no sean tan selectivos con sus ilusiones; simplemente manténganlas a flote -sisisisi- hasta que pase 'er puñetero Vendaval' (léase con voz grave, tipo Paco Rabal...)

Porque inevitablemente, queramos o no, seguirán volando esos gorriones chiquininos, continuaremos recibiendo 'aquellas cartas inesperadas'. Sor-prendiéndonos al igual que un niño al ver un remite inesperado: justo como la primera vez que nos robaron un beso -aunque, la 'verdá-verdadera' es que el primer beso nunca pueden robárnoslo, somos nosotros los que logramos alcanzarlo. ¿Cómo era la frase esa?: "El primer beso se da con los ojos, no con los labios", y lo dijo D. Juan Tenorio -palabras mayores- que de amor digo yo que sabe más que servidora, que siempre ha sido una 'ignorante de la vida'.

Pues entonces, ya está. Poniéndonos en lo Mejor: arreglaremos desaguisados provocados por la propia desconfianza, y qué remedio chiquitines, continuaremos suspirando como la primera vez que nos enamoramos -Ain...! suspiren conmigo- Aunque sí, algunas tengamos la 'desgracia-desgraciada' de poder enamorarnos hasta 3 veces por semana -y encima nos pertoque la desdicha de desenamorarnos. Sí queridos des-enamorarnos en el momento en que la Vida nos recuerde -Ah! la vida- que "en el amor y en la guerra se olvidan a veces las Reglas..." (Napoleón dixit-pixit)

¿Alguien dijo Reglas, peero, el amor tiene reglas? Ups! -perdonen, discúlpenme, lo de 'las Reglas' lo acabo de decir yo.
Aunque ya saben, en determinadas ocasiones 'las reglas están para comérselas' -esto es, quidicí para saltárselas... ¿no? ¿si?
Cada un@ sabrá: allá cada cual con sus reglas.

Ya que hemos hablado de saltarnos cosas: Salten, salten conmigo mis niños y pidan un deseo {saber volver a casa sin miguitas de pan como Garbancito; saltando sobre baldosas amarillas como Dorothy con unos zapatos rojos-brillante ideales; o que no te encuentre tu dueño, como el perro publi-millonario Pancho} lo que sea, por pedir que no quede.

Nosotros ya lo hicimos, ya hemos pedido Nuestro Deseo, puesto que ya tenemos 3 patitos maravillosos -y un vértigo malízimo malízimo, que ni er Woody-Budy-Budy Allen escalándose él solito el Kilimanjaro... vaya panorámica: me entra 'el mareíllo' sólo de imaginármelo. Ya, mejor no imaginamos tanto.

Aunque de acuerdo con ustedes 'diablillos' que casi siempre tienen razón: '30 años no son muchos años' ¿Treinta?, me dirán los más astutos, 'pero si no son ná de ná'.

Ya-ya-ya. Es bien cierto que para algunos no son nada -ná de ná, ni mucho ni poco- y para otros son un mundo, y suponen un total desconcierto. Bueno, para algunos/otras pesan mucho -muchísimo, cómo pesan los joíos.

Llegados a este punto y seguido ¿o es un puntito y aparte? -sí, va a ser esto 'un puntito', y aparte- quizás, deberíamos pedir disculpas por las molestias causadas: ¿Estaremos madurando, haciéndonos mayores -jolín! mayores tan pronto? No sé yo. Quizás, quizás... Quisá (!?)

Aiiiiin.... Ya tengo 30 tacos, señores míos; más dudas que con 20 y menos seguridad que con 7...

Me parece a mi que aún no he madurado del todo, que soy todavía una manzanita 'un pelín verde': porque me sigue pareciendo que me he caído de un guindo... de manzano, o un peral.
No, de un precioso almendro!

¿Coño, seré una almendrita? (¿?)
Siempre preferí los Ana-cardos, o los pistachos: los Reyes de los Frutos Secos sin ningún asomo de duda. Eso está 'Asín de claro como el agua...'
Queriditos míos, no desfallezcan, no se me agobien:
La Vida es un constante ir y venir de nombres propios y casualidades dichosas. Aprender a levantarse 'por la mañana temprano' tendría que ser la primera lección que deberíamos asimilar en la escuela -pero no tenemos más remedio que comprenderlo poquino a poco*, a medida que nos vamos cayendo, dándonos leches, en definitiva tortazos que van como vienen -sí, 'vaya por Dioor'.

Y así se vive: Cayéndonos, levantándonos, reponiéndonos, viviendo, suspirando. Cuántas cosas madre mía (¿Estaremos creciendo, madurándonos? -ahora toca suspirazo -Aaaain!)

Puede que tan sólo se trate de 'mirar la vida desde una distancia adecuada' -ya lo dijo Christina, que es una sabia como la copa de un pino de grande -y de sabia (Por favor, repitan conmigo 'un jip jip hurra por Christina, por Alex y por los Subterráneos -que molan mazo'. Y ya estamos, entre pino, manzano, almendro e higuera, me he vuelto a perder... es que no tengo remedio, qué vamos a hacer, ni con 30 deja una de ser una payasa... (!!??)

Así que me regalo un regalito, un Deseo y una Duda, pero esa me la guardo: porque si nos quedamos sin dudas la vida se vuelve un soberano coñazo ¿no? ¿sí? ¿verdad? ¿mentirujilla? En Verdá es ésa una super-verdá-verdadera.

No sé, insisto en que sólo tengo 30 años y muchas dudas. Además, nunca tuve la Verdad absoluta sobre mis hombros -porque habría acabado con la espalda destrozada, y ese 'típico dolor de cabeza', ésa cefalea recurrente que esgrimimos las mujeres cuando lo que tenemos es cansancio neuronal, así es.

Y ya para terminar -que me enrollo como las cuerdas de cuero en la sandalia de un romano, y no puedo jugar tanto con su Santa Paciencia, aprovecho para saludar a todos los que hicieron posible que riera de pena -y llorara de risa, y a los que me acompañaron en este 'Valle Perdido de Sonrisas y Lágrimas', en el que después del Gran Terremoto siempre me llevaron hacia la Anhelada Calma: Gracias Mil millones -de Gracias y de veces.

También quiero recordar a todos aquellos que ya no están, pero que me enseñaron a ver la vida de otro color, a comprender que merece la pena vivirla, saborearla, disfrutarla: que me auxiliaron para situarme de bruces frente a ella con *la distancia adecuada...

(Ya verán/escucharán qué bonita es la cancioncilla, y qué 'guapisísima' y qué melenaza tiene Chris-chris-chris-tina...)

*Va por ustedes! y sin que sirva de precedente -y porque ya tengo 30 tacos, también va por mi un poco (disculpen estas 'ego-manías' de terapeuta eventual: becaria a tiempo parcial y con contrato por obra y servicio) Cliqueen y disfruten, adorados lectores.

Y pasen un feliz día de Sábado, sabadete.

P.S.1 Felicidades 'Brunín', que hoy es tu cumple.
¿Cuántos caen? (creo que 'cuatro'... no?)

P.S.2 Thanks also, and a lot, to Max Capote y Nanouk TV y a GALLERY, por su 'fabulosisíma' versión, que no sólo del 'Tu-Tubo' vive esta humilde terapeuta...
------------------------------------------------------------

*Poquito a poco: Ya lo dijeron La Tortuga de la Fábula y ese Gran Filósofo de la vida -a la par que artista- que es el Arrebato. Pues eso: "Despacito, despacito... que es mucho más difícil, pero es Mucho más Bonito"

Claro que sí...!

(Y ahora sí: Chim-pón!)

lunes, 16 de marzo de 2009

Una Excepción que desconfirma La Regla

N. de la T. de G. Esta entrada contendrá, advertidos quedan todos desde ahora, autocrítica locuela y bastante localista rozando incluso la endogamia -vaya tema-
Vamos, tan irracional como hilarante, en nuestro estilo propio que tantos éxitos y admiradores nos ha reportado -Autobombo-. Además, las cosas como son, mejor ser conscientes de las limitaciones de cada uno, y esta terapia siempre fue pá risa... ¿no es verdad, es mentira acaso?

Al lío, 'amos chach@ : Expresión esta muy utilizada en Tierra de conquistadores, de nombre, por poner un poner que me sale sin pensar... Extremadura.
Ahora me sale la 'vena Eugenia', disculpen que hoy toca el Club de la Comedia:
¿Saben -aquel que diu, cómo trascurre una conversación entre dos pacenses, en la que uno le dice al otro 'quita el coche de ahí que te voy a dar cuando saque el mío..' - al sacar el primer coche y al estar este segundo coche aparcado en doble fila, o incluso en tercera (¿?)

La transcripción fonética de la misma; y la única válida para entender alguna palabra en ciertas zonas de la Extremadura más profunda - esa tierra desconocida, verde y maravillosa; sería esta: afinen oídos
Conductor 1 - Chaaaaacho...!
Conductor 2 - Chaacho, chacho, chaaacho...
Conductor 1 - Chachooooooo...!
(¿!)

*Esto es:
- Quita el coche, que te voy a dar alelao... que estás en segunda fila.. que estás empanao!
- Que sí, que ahora lo quito... que te relajes... chavalote.. no, no me mires con esa cara..
- kjfhdkshjdfkjhDSKFJH (Nometoquelo'cojo...)

Así somos, tan particulares como inauditos. La realidad supera a la ficción y en ocasiones los chistes no son sino el reflejo divertido de la parte más perra de la vida. No me digan que no merece la pena pasarse a vernos y echarse unas risas.
Pero hoy me tocaba hablar a mi de otra cosita, al hilo de esta frase que consideramos tan nuestra los extremeños de la parte de abajo:

Amos chacho, La Excepción contra La Regla -ganar dinero.
El Grupo musical La Excepción, conocidísimo -y con dos Goyas mucho más, gracias a su lider el Langui -que de lánguido me pega que no va a ser. Pues el grupo digo, el conjunto musical de corte rapero, ha partido uvas con su discográfica. Esperemos que no sean estas las Uvas de la Ira, que ya sería muy mala suerte. El caso es que la multinacional y Todopoderosa 'Warner Universal of de Planet Earth when the night has come' les ha debido marear un poco a estos chavales los huevillos, y al final una de las partes contratantes, La Excepción, ha dicho que byebye, y ellos les han contestado: 'tu pá Panbe-ndito y yo ya veré lo que hago, que lo mío es ganar dinero'.

Los motivos de la separación y posterior repartición de bienes no han quedado claros; al menos a nosotros que cometemos la imprudencia de informarnos sólamente por este blog. Ustedes son mucho más listos y no harían eso nunca. No lo hagan, vamos. Aunque, si se enteran de algo, dígannoslo, por favor por favor. Que otra cosa no nos gustará, pero un cotilleo nos vuelve locos.
Sin significar esto que hayamos resucitado al Tomate -podrían terminar ustedes tirándonos esos tomates malditos a la cara, como preludio de la Tomatina de Buñuel-Buñol, me cliquean*, y eso nos pasaría *por listillos...

*Y por cotillas de pacotilla. Normalmente y en un Mundo sin Enchufes, a la gente le cuesta mucho llegar a donde llega. He dicho, palabra de terapeuta ocasional y periodista vocacional.

viernes, 13 de marzo de 2009

Cuando una lágrima de risa cura el dolor de corazón

Estas que leerán a continuación son algunas de las críticas de destacados Representantes del Medio escrito-titiritero-plumilla de Tendencias. Porque el Amor, nos guste o no, debería ser La Tendencia correcta; sin llegar a desorientarnos y tenernos que poner unas gafitas de pasta, o unas de sol que nos queden super molonas. El Amor sí que es moderno, ¿pues no saben ya que nunca pasa de moda?

Si tienden a enamorarse, si alguna vez se preguntaron '¿qué me pasa doctor?' y la respuesta que les dio su facultativo amigo fue 'está usted enamorado del amor'... Pues veamos: relájense, respiren (uf) suspiren (buf) disfruten y sonrían con la boca abierta. Las carcajadas vendrán después y los aplausos terminarán haciéndolas callar, ya lo verán. Todavía oigo los aplausos. Ya tengo el ritmo pillado, mi cuerpo pide palmas: de hecho, sólo me sale ahora dar palmas, palmadas, palmitas. A ver si me he convertido sin querer en 'La Chispa' del Camarón y voy a tener que montar un cuadro flamenco. Quéfuertequéfuerte.

Ellos -La Crítica- dijeron:

"Experiencia catártica; No recomendarla es imposible; Todos hablarán de ella y se reirán al recordarla"
(El ABC del Amor)

"Purga para los 5 sentidos y 'el complementario''
(El País de las Maravillas)

"Absoluta explosión del rosa. Rosa sin espinas. Porque la rosa cuando duele no es una rosa -MECANO dixit- sino que se convierte en La espina que escuece. Pero esa espinita se quita y se disuelve al final: y aunque el escozor tarde un instante en desaparecer sólo precede a la Gran Carcajada"
(Shangayer)

"Auténticamente Rosa: Rosa power. El rosa de la obra te envuelve y te rodea, para nosotros siempre fue El color. El rosa facilita el ingenio y suple las carencias emocionales, fluye y se respira. Pon el rosa en tu vida. Nosotros nos hemos hecho fanes del Rosa"
(La Revista de ANA ‘Potochoto’ ROSA -AR!-)

"Sublime conjunción de elementos, tan dramáticos como cotidianos, que hacen que la vida merezca la pena. Lo mejor es entender, viendo a las actrices que están soberbias, que merece de verdad la pena reírse con ellas, de ellas, de todo.
Porque algo está claro: aquí nadie ha venido a llorar ¿o Si?
Véanla, y lo piensan"
(Claves de la Razón Amorosa)

"Vayan a verla, todo lo que pueda decirse: está dicho. Otros ya se encargarán de certificarlo. Aunque en tono de confidencia les advertiremos, queridos y pizpiretos lectores, que les va a sentar muy mal haber perdido La oportunidad única de llorar de risa por el Amor.
Porque el Amor a veces es es así, en serio ya, pa meá y no echá gota.."
(TDG)

*N. d. la T. Si, algunos de los nombres utilizados en esta crónica han sufrido modificaciones.
Disculpen, hoy es que lo vemos todo de color de -me cliqueen- ROSA!

*Queridos, háganme caso: sólo sacúdanse las penas y ríanse del miedo al fracaso, del miedito al Amor. Ah, y vayan al teatro, que quedan dos días y todavía están a tiempo.
En Mayo volveremos a sus teatros, prometido, pero quizás para entonces todos se han hecho famosos e inaccesibles, ahora es el momento. Ustedes verán...

miércoles, 4 de marzo de 2009

ESTRENO MUNDIAL: MENDIGANDO AMOR

Queriditos todos:

La agenda cultural de Terapia de Grupo –TDG- les informa; en este miércoles, día de chubasquero y nubes modorras, día del espectador... ¿podría existir algo más alentador que la cultura? Sí claro, vaya preguntita: 'los 100 millones del Euromillón del viernes…' me dirán ustedes si son ‘una mijita’ materialistas; pero hasta que nos enriquezcamos gracias a un golpe del destino centrémonos en cocer y enriquecer nuestras vidas con algo que no puede comprar el dinero.

Empieza la sesión, así que vayan dándose prisa y ocupando sus asientos. El que me conozca dirá ‘¿Tendrá rostro largo-caradura?, ¿puede existir una terapeuta ocasional impuntual que se las vaya dando por la vida de puntual?’. Sí, puede existir, de hecho habita entre ustedes aunque no la vean por las calles. Todavía tengo la suficiente astucia como para esconderme bien, hacer chas y aparecer a su lado. ¿Por qué se creen que la foto de perfil es de cuando tenía 3 años? Eso: para que no me tiren tomatazos por las calles los niños malos; hay niños que son malos malos. Pero ustedes son buenos, amables y majetes, así que espero que no me tiren tomates… ni ningún tipo de hortaliza de temporada, y sobre todo que me lean con la mayor atención.

Sabemos que les va la marcha, y eso es así porque me lo han demostrado en muchas ocasiones. Pues en esta seguiremos hablando del Amor. Quizás nos hemos aventurado al escribir la palabra con mayúscula. Este extremo podría implicar reacciones de lo más diversas entre ustedes, entre vosotros mis niños perdidos: pongamos ejemplos representativos. Por ejemplo. ‘Ah, el amor’, dirá suspirando el lector enamorado; ‘¿El amor?’, se preguntarán recelosos quienes puedan considerarse más pragmáticos; ‘¿Pero (el ‘joder, otra vez!’ es optativo y de mala educación… no lo utilicen salvo casos de emergencia) otra vez el amor?’, esto lo dirían los más refunfuñones, a callar hombre, les digo a éstos.
Ya saben, es lo que hay, suscríbanse si quieren a la Gaceta de los Negocios para saber de qué modo va a explotar el Planeta con la Crisis. Aquí hoy se habla de Amor y punto en boca. Miren que habíamos empezado estupendamente…

Un día, partiendo uvas con la raíz del Amor, Belén tuvo una maravillosa idea.
A partir de ese momento, comenzó el proceso creativo de una obra de teatro -tan intenso y complicado en ocasiones- que ha durado hasta hace relativamente poco. Ella nunca ha cejado en su empeño -tampoco ninguno de los miembros de ese maravilloso equipo- ni perdió la esperanza de sacar esta función adelante. En ocasiones contra viento, marea, tempestades, truenos, hecatombes…
Bueno, y cómo es Belén de ideal, qué rizos tan monísimos tiene…y Majo es un amor; qué decir también sin caer en el peloteo de Roel, del siempre risueño Quique, de la 'chicaparatodo' todoterreno María: tendrían que conocerlos. Pues conózcanlos…

La idea de hablar del amor era bella y también se tradujo en complicada porque el amor sí que es complicado. ¿No va a serlo mucho más escribir sobre él? ¿No lo es aún más si se intenta hacerlo desde una perspectiva distinta -que no sonara a tópica ni típica- que en definitiva no nos dejara a las mujeres como lo que somos a veces: unas tontas capaces de hacer cualquier cosa por conseguir amor de un hombre?

El amor tiene tantas definiciones como suspiros dan los enamorados cuando quieren de verdad. Hay tantos tipos de amor como de enamorados, de enamoramientos. ¿Entonces, quién sabe realmente qué es el amor?. Nadie lo sabe, quién sabe qué pasa, sólo a veces nos enamoramos y eso nos basta muchas veces para enarbolar una bandera sin dueño, ya que el amor es de todos: pero también puede ser de nadie si nos empeñamos en que nos quieran como queremos que nos quieran. Y eso no, no se puede obligar a nadie a hacerle eso a nadie: ni eso ni la Declaración de la Renta, háganme el favor…

Mendigando amor.
¿Puede mendigarse el amor como se mendiga el dinero?. ¿Podríamos necesitarlo tanto, hasta el punto de pedirlo como una limosna?. ¿Podemos solicitar amor, debemos requerirlo: llamar de puerta en puerta, rebajándonos y suplicando por él? Puede que nos suceda a todos, y que nadie se escape del menosprecio y la altivez del que se sabe querido, ni siquiera ellos: los hombres que nos vuelven locas a las mujeres.
Pero, nos centraremos en ellas: aquellas mujeres que mendigan amores, a las que les hacen daño a veces. En realidad, bastantes (bastantes mujeres y muchas veces) En ciertas ocasiones, y no sin lágrimas de por medio, al ruego por un amor correspondido le persiguen dosis de humillación y desatino, aunque al final de todas las historias pueda desprenderse una sonrisa que nos sirva de aliento.

¿Merece la pena instar a alguien a querernos, caer en la sumisión del amor?
¿Cuál es el resultado de pedir la caridad, cuando lo que queremos es que nos quieran?
Mendigando amor no se ha escrito sólo para ellas, las que demandan una pizca de atención y pretenden conseguir aisladas migajas de cariño - o simplemente una llamada perdida. Busca llegar a todos con la finalidad de entendernos, sobre todo de reírnos, para conocernos y finalmente aceptarnos. Quizá en este último punto resida la victoria, si alguna debiera obtenerse, de batallar por el amor.

Hay dos cosas que no se pueden ocultar:
que se está enamorado, y que se está borracho.
Antífanes

Mendigando amor está a punto de estrenarse, y todos ustedes, si viven en Madrid y se encuentran en la ciudad los días 12, 13 y 14 de marzo, tienen la oportunidad y el deber de verla. Ya saben que desde esta terapia recomendamos fervientemente el uso del amor, siempre en altas dosis; lo que vendría conociéndose como 'a cascoporro', así que no vayan a defraudarme y se me van todos al teatro: El teatro es cultura, la cultura es vida, y en eso se parece ('clíqueen' mentes despiertas) al AMOR.

miércoles, 25 de febrero de 2009

No te rindas

Queridos y adorados todos: Les informo, les digo. Ya, intentaré explicarme y explicarles… 'sisisisisi que ya va siendo hora, híjole'. Les percibo impacientes, y añadiría que mejicanizados diablillos. Pues órale…

Esta entrada terapéutica podría tener un destinatario o quizás mejor una destinataria, aquí manda la que escribe y suele escribir lo que quiere. Bueno, poniéndonos en el peor de los casos estas palabras que leerán a continuación podrían pertenecerles a casi 4 millones de personas. Familias enteras ‘enteramente expertas en el noble arte de vivir del aire’.

Va por ustedes, va por ti…
Decíamos en episodios anteriores que ‘por todos mis compañeros’, pues ahora también para aquellos que nos acompañan a lo largo de nuestra vida; que le estarán viendo - por un agujerito, o un ventanal, los cuernos al torito bravo de la crisis. Ese torito tan feo, ay, con los huevos tan negros como un grillo. Negro negro al igual que nos pronostican este futuro incierto los agoreros más agoreros. Maldita crisis, lo sé. Por no utilizar, disculpen, otro adjetivo que se ajusta mejor a esta etapa: 'bien jodida', nos consolaremos, así estaba también la Bien Pagá…

A vosotros, a ti.
Los potenciales destinatarios de este post, quizás sólo una niña guapa con los ojos cansados de llorar (o puede que todos los que lo estáis muy malamente pasando).
Os servirá este mensaje tántrico - tan claro y útil para interiorizarlo y repetirlo siempre, a diario, por las mañanas y por las tardes y por las noches. Este será el recado, la receta mágica que les susurro, ya sin más milongas del marinero: no desfallezcas, no te rindas, levántate y lucha. Me está sonando esto a 'Levántate y anda...' Pues de eso se trata, esa es la actitud. Anden queridos, anden. No se me queden ustedes parados... (quiédicí, más parados de lo que puedan encontrarse en estas circunstancias adversas de la vida)

Ya saben que no está en nuestro ánimo -no por ahora- remover demasiado las conciencias, ni mucho menos sulfurar ánimos; porque las unas y los otros andan revueltos en este periodo para pocos trotes. Y al trote al trote, al galope al galope: 'cochinero siempre' no olviden este nuestro sabor a dehesa extremeña… A ver si puedo continuar, que me pierdo como siempre…

Voy a contarles una historia basada en hechos reales y modificada a placer; de las que les gustan a ustedes -por aquello del morbo fácil, la identificación con los protagonistas; esa motivación que nos lleva a ver truños de peli de sobremesa los fines de semana siempre que no tenemos un buen dvd a mano. Ahí va la historia, marchando una de drama:

Marta se ha cansado de llorar. Con la última lágrima que han derramado sus ojos inquietos se le escapa un suspiro contaminado con rabia. Es angustia, es miedo, es incertidumbre. Es dolor. Le supera y le hace más pequeña; porque todo ahora le supera y empequeñece. Mientras sus ojos se empañan, recoge las últimas cajas que han decorado su vida y su alma durante cinco años de convivencia con extraños a los que ella ha sentido como una familia; rescatándolos a veces de mundos totalmente ajenos.

Ahora es ella la extranjera. Ella la que tiene que regresar al Hogar.

No es un regreso feliz, no tiene nada que ver con el que nos venden por la tele cuando el soldadito valiente llega a casa por Navidad; porque ahora no es navidad y sin darnos cuenta se ha terminado febrero y hemos llegado a marzo. El mes de las flores, el de la primavera en el Corte Inglés, el mes de la reinserción familiar. Marta no quiere volver a casa de sus padres, aunque sabe de antemano que no le queda más remedio que aceptar la situación. Una nueva partida que para ella ha empezado con una derrota.

Al tiempo que se sumerge en su pena, recuerda y se maldice, ‘por qué no me dirían más veces de niña aquello de no te rindas…’

Seguro que se lo dijeron mil veces. Pero, ella era tan pequeña y tan frágil: dichosa y sincera en el desconocimiento que regala la inocencia. Justo por eso probablemente no lo recuerde. Pero se lo dijeron, se lo siguen diciendo ahora. Ahora también se lo digo yo; igual le han dicho los suyos que vuelva con ellos hasta que pase el temporal. Porque eso es lo único cierto: el temporal va a pasar.

Regresará a la casa donde tuvo una habitación propia con vistas al cielo. El cuarto de un hogar en el que se hizo mayor; donde conoció personajes que salían impertinentes de sus libros de cuentos; con los que aquella niña mágica mantenía conversaciones surrealistas y hablaban acerca de la vida, de sus grandes misterios; protagonistas de cuentos que huían porque Marta nunca se cansaba de preguntar.

Marta, no estás sola.
Yo estoy contigo, y mis manos para agarrarte, mis oídos para escucharte, y mis ojos para llorar contigo, porque después de llorar volverán a brillar juntos. Más grandes, renovados y limpios que nunca.

Guapa, porque te lo mereces.

jueves, 12 de febrero de 2009

Ven a cenar conmigo

Les advierto desde ya. Este post podría resultar muy largo incluso para los seguidores más fervientes. Haberlos haylos, oigan, no se me pongan quisquillosos. Contiene, además, altas dosis de publicidad gratuita, que no autopromoción (que también pero en menor medida) No queremos llevarles de la mano hacia ningún engaño, y estará en sus ojos y en sus cabezas discernir una cosa de la otra. Les tengo por personas preparadas, así que no vayan a defraudarme queridos lectores.

Comienzo a escribir mientras hago mentalmente el recuento de las horas que me quedan para dejar de ser una desempleada más (24 por 3, hacen un total de 72 horas) Los últimos días que tendré para hacer lo que me de la santa gana. Levantarme un poco tarde; ser presa fácil de la sobremesa televisiva y hacer experimentos en la cocina como los hace Flipy en el Hormiguero, pero sin máscara antigas ni extintores. Nada de mariconadas. Tiene mucho más mérito morir con el delantal puesto.

Ni qué decir tiene que me he beneficiado estos meses de la utilidad de la tarjeta de desempleo: todos los museos estatales gratis para los que lo desconozcan, porque no se han encargado de publicitarlo demasiado ¡barra libre cultural! Claro que también pueden encontrarse con personajes ‘tipo el taquillero del Museo del Prado’: ‘joe con los parados, cómo se aprovechan… ¡ya han venido unos 90 desde esta mañana!’ Lo que nos obliga a preguntarnos ‘¿y eso es malo? ¿no es una cosa buena la cultura? ¿no sería mucho peor que estuviéramos todos robando bancos, o secuestrando personas, cegados por la apatía y la desesperación de no tener un trabajo?’ (…) ‘No, si yo no digo nada… pues que estéis mucho tiempo en paro…’ Pero, será cabrón…

En lo que estábamos, yo lo que quería conseguir en esta época era ser una ‘buena maruja’ Un intento más de reinventarme a mí misma, eso que lleva haciendo Madonna desde que nació; y estado superior éste que he tenido a bien denominar ‘How-to-became-maruja-de-luxe’. Para los que se hayan perdido las lecciones del Profesor Vaughan ‘Cómo llegar a ser una maruja de lujo’

Una ‘maruja de lujo’ es como una maruja común. Así es. Se encarga de su casa y de sus labores ‘quitapelusas’; otea al Vecino; pone la lavadora, hace la compra como todo dios; si tiene que planchar plancha; y por supuesto se hace fan del ‘Cillit Bang’ Pero al mismo tiempo, cada día hace pequeños esfuerzos para hacerse rica, o al menos para dejar de ser un poco menos pobre. Hasta que descubre la improbabilidad de que le toque una quiniela de catorce, o una simple primitiva.

Así que ¿qué hacer mientras se hace una millonaria, visita museos por la cara, o encuentra trabajo? Pues… ¿Apuntarse a un curso CCC de auxiliar de geriatría? ¿Estudiar esperanto? ¿Plantearse el alunizaje como modo de vida? Nada de violencia. Lo tengo. Y ahora entenderán que el rico que ideó el pegamentito de los post-it no me llega ni a la altura del zapato, claro que yo no contaba con mi ‘mala sueeerte’

Como parte de la estrategia el viernes pasado se me ocurrió hacer un ‘Ven a cenar conmigo’ en mi casa. Esto es, invitar a varios amigos al olor de un espectáculo gastronómico nunca ingerido. Pura palabrería infame ya que el objetivo de la velada era desplumarlos a todos en los postres. Creo que si digo póquer todos sabemos a que nos estamos refiriendo.

La velada fue muy agradable. Muchas risas mezcladas con algo de youtube, que desde que tengo conexión es el alma de todas las fiestas. Además, ahora nadie puede soltar muchas burradas porque google se encarga de desacreditarte rápido. Bueno, la cena estuvo comestible, ellos dijeron que muy rica, pero son muy educados. El plato principal era una receta de Arguiñano. Un arroz al romero sin romero que servidora se encargó de ‘customizar’, porque la verdad no encontré romero ni buscando a una gitanilla que me leyera la mano y me obsequiara con una ramita. El postre consistió en una tarta de cumpleaños para uno de los invitados (porque era su cumpleaños, tan absurda no soy) Pero mientras ellos comían y se reían, yo me frotaba internamente las manos pensando en lo que vendría después ‘Comed, comed… hartáos de beber hasta perder el control…’ Hombre, no me negarán que siempre es más fácil desplumar a una pandilla de borrachos…

Y aquí entra en juego la ‘maruja de luxe’. La que hace que te sientas como en tu propia casa, la que te trata como un rey, la que te ceba hasta que te sale la comida por las orejas, y la que en el momento idóneo dice con una sonrisita encantadora, ‘vamos a echar una partidita, ¿no?’ Nadie se niega, claro. Es tu territorio. Nada puede salir mal. Anda que no.

Ya ven, me salió un poco el tiro por la culata. Se confabularon los planetas en mi contra. No me entraba ni una pareja de cuatros. Un desastre. La verdad es que ninguno de los asistentes teníamos ni idea de jugar, lo que me llevó en un momento suicida de la partida a apostarlo todo y a quedarme sin nada. Encima lo hacía con alegría y con la energía que hubiera derrochado Paris Hilton con los ojos inyectados en las fichas, pero sin un euro. Qué pena. Así es la vida, un juego de cartas, una caja de bombones. Menos mal que jugábamos con fichas y no con dinero, y que estaba en mi casa, porque de lo contrario tendría que haber pedido por la calle para un taxi. Al final (por estos derechos contraídos como propietaria del casino) la banca me dio crédito. También porque estábamos en un mundo ideal, sin Botines ni señores Gobernadores del Banco de España que te fastidian cualquier sueño. Al terminar la partida recuperé las fichas, pagué mis deudas y despedí cortésmente a mis invitados.

Moraleja: no juegues para desplumar o te tocará pagar… y darles de cenar.

martes, 3 de febrero de 2009

Mis primeras croquetas, chispas

Desde que tengo tarifa plana, a parte de haber dejado de gorronearle al vecino, he descubierto un mundo nuevo de posibilidades: un mundo tan ideal como el de Aladín. Como pueden imaginar, a esta mente inquieta y curiosa la red le proporciona una cantidad ingente de estímulos. Con lo fácil que es una. Noticias, nombres, y clips de audio desconocidos hasta el momento; un constante ir y venir de información que hace que a veces hasta me maree; paquetes de datos recibidos y enviados como en un botellón interminable de bits.
Mientras, el router inalámbrico, ese gran desconocido, no deja de emitir destellos anaranjados, que me hacen replantearme si en realidad no me estarán espiando desde una recóndita dirección IP, al igual que yo espío al Vecino por la ventana hasta que me pilla su novia.

Han sido estos unos días muy intensos. Muchas las emociones que me embargaron ante mi primera canción descargada desde el Emule, el burrito amigo de los niños a los que les gusta la música; las primeras películas en cinetube.es, el portal que te deja verlas sin necesidad de tardar tres días en bajártelas. Y más datos y noticias, incesantes actualizaciones, y dale que dale al F5. Lo dicho, un no parar. Pero, qué poco dura la alegría en casa del pobre, lo que traducido a nuestros días de saturación informativa vendría a ser: qué poquito hemos tardado en abrir una incidencia en la empresa grande y azul (¿Timofónica..?)

Ayer, después de haber hablado por nuestro recién estrenado fijo, éste decidió apagarse. Clonck. Su pantallita se quedó en blanco, su auricular sin señal. Ni qué decir tiene que la tele y el combinado incluido en el kit, también. Mierda, y todavía nos quedaban tres pelis gratis de la promoción.

Sí, lo han adivinado. Aquel hombre ha regresado a mi vida, volvió para arreglar este desaguisado. El instalador confirmó que llegaría de diez a once de la mañana. Bingo. No se lo van a creer, estaba tocando el timbre a las diez menos diez. 'El fallo está en el cable', me dijo al mirar por la ventana, 'es que la instalación esta es una mierda, y encima está hecha por el exterior de la vivienda, con el cable pelao... y como ha llovido se ha sulfatado, y claro, así no hay manera'. Claro que no. Qué poca vergüenza, pensé, que una poquita de lluvia me fastidie a mi esta calidad de vida, no hay derecho. Él a lo suyo, ‘¿tienes celo?’, ya empezamos, ¿y qué más..? ‘una bolsa de plástico de las normales, si tienes por ahí..’ Pues por ahí tenía una del Mercadona, que es la que le he dado para hacer el apaño. Qué poco necesitan algunos para dárselas de McGyver por la vida.

A ver cuánto me dura el arreglo, y esto sin querer lo he dicho en voz alta, y él, claramente ofendido ha contestado a mi desconfianza, ‘tranquila, que esto ya no se rompe, te lo digo yo’, pues si me lo dice él. Claro, que él es la misma persona que me ha dicho 'la próxima vez que tengas algún otro problema, llámame al móvil (¿otro problema? ¿de cualquier índole?) Es que no sabes como es esta empresa, cada vez que abren una incidencia y tengo que venir a reparar algo me lo descuentan del sueldo. Vaya por dios, hombre, aquí ya me ha entrado la pena y he estado ejerciendo de terapeuta con él mientras se reiniciaba la tele... ‘Se han puesto en un plan que no es normal' proseguía el pobre compungido, 'da igual que la avería no tenga nada que ver con una mala instalación, como si tu perro se come el router (¿?) me lo descuentan a mí… por eso prefiero que me llames' Vaya tela. Desde este momento, claro está, le he mostrado mi solidaridad, que era todo lo que estaba dispuesta a mostrarle. Al final se ha ido y yo he pegado su teléfono con un imán en la nevera, junto al del Chino Veloz y el de Telepizza.

Así que, para celebrar que la avería ha durado apenas 24 horas, me he adentrado en ese territorio inhóspito que es para algunos la cocina, y me he atrevido a hacer las primeras croquetas de mi vida. Gracias, claro, a la ayuda inestimable de varias recetas extraídas de Google, y a un bacalao desalado en migas patrocinado por Madre. He de decir, aún a riesgo de pecar de inmodesta, que aunque parezcan bolas de tenis, han quedado buenísimas y son comestibles. Ya tengo algo más que añadir a mi currículum en el apartado de aficiones e intereses, las croquetas de bacalao.

Para terminar, les dejo esta joyita, porque creo que ya he descubierto quiénes podrían ser los potenciales espías de mi router. No me negarán que no tiene su gracia la canción (traducida aquí al castellano) que pertenece a un grupo mallorquín de nombre Antònia Font, galardonado en 2008 con el Premio Nacional de Música de Cataluña.
Espero que les guste este toque de frikismo. Aunque, ya deberían estar acostumbrados.