miércoles, 23 de mayo de 2007

¿Adivinan?: ¿un despido.. o un trabajo?

N. de la R. : La Redacción prefiere no pronunciarse por el momento.. hasta que decida si emprende acciones legales al respecto, o hasta que las emprendan contra nosotros.

N. del B. : Tras varias jornadas teniendo que soportar evidentes susceptibilidades - acerca de mi rendimiento en esta santa oficina, he decidido de modo voluntario hacer de mi capa un sayo. Esto es, contarles todo lo ocurrido sin tener que recurrir a medias verdades.. sin tapujos, que dicen en El Tomate-ay-ay-ay-ay. Además, lo haré en varios capítulos como ellos, ya verán lo que esto nos puede dar de sí..
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Sigamos imaginando. Una persona desesperada por un trabajo – o, peor aún, por no perder el que ya tiene, se encuentra con un anuncio de apariencia equívoca en la prensa del domingo. Literalmente, reza así:

BUSCAMOS PROBADORES DE ANILLOS
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Se precisa:
Gente mayor de 18 años, con pasión, atrevimiento
y ganas de probar cosas nuevas.
Se valorará:
Iniciativa, originalidad y compromiso.
Imprescindible:
Experiencia previa.


Después de cerciorarse de que la oferta de empleo ha sido publicada en varios periódicos - de éstos de cierto renombre, el tipo decide aventurarse. En el texto aparece un número de teléfono, y llama. Tras una breve conversación con una encantadora operadora, a la que le facilita sus datos personales y hasta su grupo sanguíneo, la empresa se compromete a llamarle ‘en la menor brevedad posible.. para iniciar el periodo de contacto.. de conocimiento mutuo con la empresa y comenzar el proceso de selección y capacitación’.
De esta accesible forma, ya está seleccionado para la selección de la capacitación.

Cuando vamos a una selección de personal, tan importante como conocer nuestras virtudes es reconocer nuestras propias limitaciones. Si nos pusiéramos en lo peor, con este anuncio y este individuo, ¿qué podría ser lo más execrable?.. pues lo imprescindible. Carecer de experiencia previa. Es decir, nuestro candidato es virgen, animosos lectores. Lo que ocurre es que, en contadas ocasiones, hace milagros. He aquí su limitación y su virtud.

N. para la Redacción: Jefe, esto es lo que puedo entregarle por ahora. Me he metido en el cogollo de la noticia.. podría decirse que soy el origen de la exclusiva - pasando a formar parte de ella sin comerlo ni beberlo, lo que adivino debería darme alguna ventaja. Si le apetece que siga con esta suculenta entrega, mejor hablamos de un aumento – aunque me conformaría con que me pagara el Abono del Transporte. Si no es así, no se preocupe ni se enerve, creo que con este reportaje podría haber encontrado mi verdadera vocación. A la espera de sus noticias, le saluda atentamente su ínclito becario.

lunes, 21 de mayo de 2007

¡Sorpresa, una entrevista! (I) y (II)

N. d. la R.: Reportaje social de investigación - en proceso de revisión (I) y (II). En esta ocasión alguien de nuestra redacción - no queremos decir que es el becario pero ya lo hemos dicho, se ha adentrado en el inhóspito mundo de las entrevistas de trabajo. Le dejamos solo ante la incertidumbre laboral con este sorprendente resultado. Sentimos no poder hacernos responsables de nada de lo dicho y hecho por este individuo. Algunos nombres y características físicas de los protagonistas de esta historia se han cambiado por el bien de su salud mental.
- La Redacción: ponte a buscar trabajo
- El Becario: (..) pero.. si todavía no ha pasado ni el mes de prueb..
- L. R. : te vas a la calle si no me traes 'algo' sobre ofertas de trabajo dudosas
- E. B. : (?)
- L. R. : ¿alguna pregunta?. No puedes quejarte, creo que no te pagamos, ¿no?
- E. B. : ehsíunapreguntita.. ¿se refiere a los anuncios en los que no piden experiencia, se trabaja desde casa y pagan 2.500 al mes?
- L. R. : no
- E. B.: chachi
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Imaginemos. Alguno de ustedes podría quedarse sin trabajo y a muchos nos serviría cualquier empleo si estuviésemos desesperados por trabajar. ¿Me siguen?. (Céntrense en la desesperación, la madre del cordero). Les ponemos al tanto de que hay muchas empresas movidas por su sanguinario afán económico y podrían aprovecharse de nuestra hipotética desazón laboral. Cuidado queridos lectores. Algunas hasta nos ofrecerían puestos dudosos con sospechosas funciones, sirviéndose de nuestras juveniles ganas de comernos el mundo. (N. del B.: A saber, es muy duro quedarse en el paro sin haber tenido antes un contrato.. no estar a la altura de lo que esperan de ti, sucumbir ante las adversidades. Que te echen de un trabajo en el que no cobras más que marrones..).
Sucede que debido a esta mala costumbre que tenemos los humanos de trabajar, es oír la palabra paro y a cualquiera se le erizan los pelos del cogote con un escalofrío de susto. Otros pensarán que desde ese momento las estadísticas se reactivan, e indiscutiblemente serán parte de ellas. Esta fase de ser un número es obligatoria para todo hijo de vecino. Nadie le pregunta ¿quiere usted formar parte de nuestra lista de personas inactivas, desempleadas.. escoria de la sociedad?. Para su propia tranquilidad, no es exactamente así. Aunque sin saber cómo, en alguna parte se desactiva un botoncito - clonk, y se enciende en otro lugar - click. Directo y sin transbordos. Se pasa del modo 'On' al modo 'Off'.. y podrán entonces cagarse con criterio - en quien corresponda, cuando vuelvan a dar las cifras del desempleo en España. Sólo escucharán 'click-clonk'. O lo que es lo mismo, un cerebro inactivo. 'Clonk'.
Les dejo en el aire esta pregunta flotante: ¿Habrá vida después del paro?.
N. para La Redacción: Partiendo de la premisa de la desesperación y las nefastas consecuencias del paro en la vida de las personas, le dejo con el adelanto de la segunda entrega de este reportaje. Traerá miga, jefe. Se trata de esta foto que le he adjuntado. Va a ver como no voy a defraudarle. La historia es buena, realmente buena, pero siento comunicarle que no he tenido tiempo de escribir más, he tenido el día muy liado. Ya sé que no parece una buena excusa cuando pasas 14 horas diarias metido en la redacción (lo que me ha hecho replantearme muchas cosas). Le prometo que merecerá la pena cuando termine de darle forma, aunque le confieso que he tenido algo de suerte. Encontré esta oferta de trabajo altamente dudosa (la del centro) en otro periódico que no es el suyo el domingo y el resto fue casi casi rodado.

jueves, 17 de mayo de 2007

¿Quién te quiere a tí?

(meet-iendobaza.com)

N. de la R. : Estos hechos no tienen por qué estar necesariamente relacionados con La Verdad. Con ninguna verdad. De hecho, piensen que cualquier coincidencia con el mundo que les rodea podría ser simbólica y, en realidad, nos asustaría que se produjera..

Vamos a contarles una historia de Amor, bueno.. de Desamor, o, de llámenlo X - de Expediente..de Factor. Esta historia es quizás menos real que muchos cuentos, tal vez más ilustrativa que cualquier fábula. No pretendemos que extraigan una maldita moraleja que para eso ya están los libros de Autoayuda, Paulo Coelho – y los millones de euros que ganan esgrimiendo solidariamente la noble causa de la felicidad mundial. Tan sólo agradeceríamos que pasaran el rato y que disfrutaran de la lectura.
Les prevenimos de que La Redacción no se hace responsable ni de las similitudes, ni de los agravios comparativos, puesto que la mente es libre y las palabras no tendrían por qué ser menos. Y más vale prevenir que curar, que dijera el siempre afable y Dr. Bartolomé Beltrán - visualicen queridos su fluorada sonrisa y entenderán este calificativo hacia su docta persona.

Introduciremos el tema destacando una obviedad: todo el mundo busca el Amor - gran palabra, tanto como sólo pueden serlo los conceptos inconexos. Un Ente también conocido como la Media Naranja, el Ying - si son ustedes el Yang, o.. el Café - si son ustedes la Leche y adoran el Café con Leche. Según hemos podido saber, y tras recopilar infinidad de aburridos datos y soporíferas estadísticas, hay gente que dice que ya lo ha encontrado mientras que otros se conforman con su búsqueda insaciable - bien mirado esto puede ocasionarles hasta más satisfacciones que el mismito Amor.

Buscar, buscar y buscar. Ya saben; quien algo busca corre el riesgo de encontrárselo y para escudriñar - que no diñar, al Amor hay infinitas posibilidades. Teniendo la certeza de que la opción más adecuada sería buscarlo en el diccionario - el de la RAE les valdría para este menester, algunos se empeñan en transformar las definiciones en hechos concretos - así de tontos somos los humanos y eso que se ahorran nuestros amigos los animales..

Queridos lectores, pues además de en las enciclopedias y en google, pueden escrutar el Amor en los bares, entre otras posibles y válidas localizaciones. Sabemos que les suena de algo: aquello de litros de alcohol corriendo por sus venas y facilitando las interacciones con el resto de los humanos que se presten a ello – sobre todo para aquellas personas a las que no les interesen las mascotas como concepto de vida en pareja. También pueden saciar ustedes su sed amorosa en las bibliotecas, si lo que desean es un amor intelectual y leído – que levante la mano el que no haya flirteado en un lugar concebido en un principio para el desarrollo de la mente.. pero deben conocer una verdad tan grande como el templo de Debod: muchas personas buscan el amor en la Red, lo que viene siendo Internet. Sí sí sí. Mal que nos pese amigos, lo que ya cantaran los visionarios extremeños de Tam Tam Go con el hit del verano del 99 ‘te di todo mi amor arroba-rró punto com’, es hoy en día más real que la presencia de la Pantoja dentro del sumario de la Operación Malaya, sorpresas nos da la vida.

Existen infinidad de portales dedicados a la siembra y posterior cultivo del Amor y no seremos nosotros los que les brindemos aún más publicidad de la derivada del ‘boca a oído’. Sus iluminados creadores se frotan las manos debido al espectacular éxito basado en la innegable capacidad de abstracción de algunos humanoides - que consiguen imaginarse (de imaginación) a la persona con la que hablan/chatean con pocas pistas y mucha ilusión, casi casi como con el Combo de la ONCE. Pero hay algunas reglas básicas que deberían conocer para el óptimo funcionamiento/rendimiento de estos lugares de ligoteo internauta y para ello nos serviremos de una carta enviada a esta redacción y remitida por una persona que creyó encontrar algo parecido al amor en el ciberespacio. Más adelante se darán cuenta de que no es oro todo lo que reluce y que por supuesto hay mucho cardo borriquero en el monte al que se puede confundir con orégano. Extraeremos los párrafos que mejor ilustran un desengaño en la red de redes. Lo que ha unido un chat, como comprobarán a continuación, puede venirse abajo con una simple mirada, o una mal lograda ironía:
“(...) mi intención no era exactamente la de buscar mi media naranja, vamos, ni siquiera un gajo de mandarina, además soy alérgica a los cítricos (...) tan sólo quería conocer gente nueva, lo típico, ¿no?, ampliar mi círculo de amistades, descubrir un mundo de posibilidades y.. blablablá, echar un polvo, qué narices, eso es al final lo que buscamos todos por mucho que nos las queramos dar de románticos (...) en el universo insondable del chat decidí actuar bajo el seudónimo de ‘conejitolindo’ (no me negarán mi astucia, nada mejor para llamar la atención de posibles pretendiente que un nick que despertara la curiosidad de potenciales zanahorias). Como era previsible, con este nombre no tardaron en llegarme los mensajes. Todos querían saber el por qué de mi apodo (sí, a los hombres les encanta hacerse los tontos también por internet, creen que resulta enternecedor, yo descubrí hasta qué punto puede llegar a ser patético). Además, para ayudarme en mi selección de los candidatos decidí colgar en mi perfil una foto que ilustraba claramente mis intenciones (esto es, un posado/robado a medio camino entre la insinuante niña María Isabel y la Leyla fatal de Clapton) el éxito, por tanto, estaba casi asegurado.
Entonces apareció ÉL. Encantador, educado, ocurrente, sensible, inteligente, además de músico, con lo que a mi me ponen los músicos (...). Mi estrategia consistió en hacerme la interesante, la dura, la inaccesible (craso error, el mal ya estaba hecho, es más, lo pedía a gritos mi nombre, lo demandaba desesperadamente mi sutil mote) (...). Tonteábamos, nos interesábamos el uno por el otro, nos enviábamos fotos. También nos reíamos, era total. Hasta que me dijo que había Otra y fue entonces cuando se activaron mis sensores, el instante en el que de verdad empezó a parecerme irresistible porque se las llevaba de calle, así era mi galán, un crack de los emoticonos (...).
Decidí que había llegado el momento de que nos conociéramos las caras en el mundo real y se lo hice saber, sorprendiéndome tanto por su disponibilidad absoluta como por el hecho de que estuviera siempre conectado.. ‘es mi trabajo’, me decía él..‘qué entrega más grande, qué amor’, me consolaba yo (...). Pero por desgracia, nunca tendremos una segunda oportunidad para causar una primera impresión. Les confieso que jamás me habría fijado en él en ningún garito, ni local de copas, ni similar. Ni ebria, ni sobria..ni de coña. Decididamente no era mi tipo, pero no quise prejuzgarle por su aspecto y en lugar de salir despavorida por la Gran Vía al grito de maricón el último, me tomé unas cañas con él. Claro, cada vez lo veía menos feo, más ocurrente dentro de su innato sosísmo, convenciéndome de que podía tener su aquel, sólo tenía que descubrirlo(...). La química no existió jamás de eso estoy segura, porque eso lo notas o no, y yo veía a un tío con una pantalla de ordenador por cabeza, callado y con un miedo patológico a los ambientes con gente viva (he de admitir que desconozco su desenvoltura en un ZOO) en los que yo me muevo tan bien (...). En el segundo bar y sin ningún tipo de señal, ni advertencia, ni pista, ni neón luminoso tipo flecha apuntándome a la cabeza: ¡me besó!. Mi boca se estrujó violentamente, claramente sorprendida por este arranque de pasión tan impropio en una mente milimetrada como la suya, pero la carne es débil y en el segundo beso, me dejé llevar (...). Reitero que formaba parte de mi desesperación en esta búsqueda mía del santo Grial, o, llamemos a las cosas por su nombre: el santo Polvo.
Tras esa primera cita seguimos chateando, pero ya no era lo mismo, él había perdido claramente el interés por mí (...). La segunda cita fue la definitiva por ser la última. Quedamos para ver una película, llegó media hora tarde y me pidió en un SMS que fuera sacando las entradas (...). Fuimos a ver un film en V.O. que resultó ser en danés o croata, un idioma raro que yo no entendí, pero bueno, conseguí leer los subtítulos más o menos a tiempo, a pesar de tener una resaca del quince y de apetecerme tanto ir al cine como morir carbonizada (...). A la salida lo noté raro, más callado de lo normal (que ya era bastante anormal) y mi intuición femenina pese a carecer de neuronas debido a la fiesta del día anterior me hizo percibir que algo no marchaba. Le pregunté y me respondió que quizás no tendríamos que haber quedado, que él en realidad lo había hecho por mí (pensaría el inocente de él que haciéndome un gran favor) y que había una chica a la que no quería hacerle daño (obviamente esa no era yo, era la Otra). Sonreí, acepté el rechazo y la consiguiente pérdida de tiempo y dinero, no sin antes tomarme la libertad de aconsejarle que si había conocido a alguien que merecía la pena a lo primero que tendría que renunciar era a chatear con otras, que era un ansioso (que lo es). Amablemente se ofreció a acompañarme a casa, y educadamente le contesté que ya era mayorcita, y que se quedara tranquilo, que en realidad él tampoco era el hombre de mi vida, de eso era de lo único que estaba segura y también de que tengo muchos amigos como para no necesitar que él fuera uno de ellos (...).
Les confieso que no ha estado mal como experiencia. A partir de ahora andaré con pies de plomo y no me creeré ni la mitad de lo que me susurren chateando personas que probablemente tengan problemas con su entorno, les den miedo las personas o no tengan el valor de salir a buscar el amor, o lo que coño sea fuera de su ordenador. Además, a Dios pongo por testigo que jamás volveré a quedar un martes, porque si hay algo que me fastidia incluso más que el rechazo de un julay que ni siquiera me interesaba, es haberme perdido dos episodios de la nueva temporada de House. Es por este motivo que he de proclamar a los cuatro vientos que aunque existan mujeres ilusionadas con hombres portadores de numerosas cualidades, una humilde servidora se conforma con aquellos que tengan una buena...SONRISA, puesto que para hacerte el interesante y poder resultar atractivo (a la par que seductor) con una media-sonrisa-desganá, ya existe Gregory House. Él, amigas, créanme, sí es un HOMBRE con todas las letras, un borde cínico embaucador y no estos aprendices frikis de amantes bandidos que pululan por la red. Pero, claro, él sólo sale por la pequeña pantalla en una serie..los martes, y yo le he sido infiel dos días.. pa ná”.