martes, 15 de abril de 2008

Yo que tú, no lo haría

No gano para disgustos. De verdad, como es la vida, que un día estás arriba ole ole ole, y otro te encuentras recogiendo tus propios pedazos. También es verdad, que al tratarse de una jovencita inocente y cándida, como es mi caso, hay ciertas cosas que me impresionan mucho más que a otras personas decididas, de fuerte carácter. Pero, por aquí no paso, y desde este mi particular feudo, me quejo a quien corresponda: Instituciones, medios de comunicación, autoridades. Ahora no sé qué hacer, a quién dirigirme. Todo a mi alrededor se derrumba y la zozobra me mantiene en un estado de semi inconsciencia repentina. Espero que me dure menos el shock que cuando me enteré de que dentro de mi ídolo, Espinete, había una 'señora de 30 años', o eso decía la leyenda urbana cuando yo tenía 6. Qué vida ésta... cómo se derrumban todos nuestros ídolos.
Después de lo contenta que me encontraba ayer por la toma de posesión de Carme Chacón, esto era lo que me faltaba. Pero cogeré el toro por los cuernos. Lo que ha pasado es super super fuerte, diría que hasta podría herir susceptibilidades. Contaré los hechos como son, después ya que cada uno saque sus propias conclusiones y abrimos un debate con turno de preguntas. Aunque, me pregunto antes, lectores: si la arruga es bella ¿también lo son las canas, los michelines y las cartucheras? Desde mi humilde punto de vista, sí que lo son. Siempre que existan con un conocimiento de causa, y si queremos que así sea. Es decir: Más vale un michelín en panza, bien puesto, que una infiltración de botox por ahí desparramada... e injerto volando.
Pues nada, parece que George no piensa lo mismo. George, con lo que es él, con su curriculum, la de novias que ha tenido, y con lo bien que le queda todo lo que se pone. Ahora le ha entrado la tontería de que quiere teñirse las canas, parecer más joven, usar Just for Men ¿Para qué, por qué nos haces esto, George? Estoy convencida de que las legiones de fanes que hacemos surcos de baba a su paso, no se lo perdonaremos. Seguro que a ellas, como a mí, les gusta Jorge con esas canas, con bolsas, con ojeras, michelines, o sin nada. Ayayayayay. Literalmente, creo que sin nada es como más le puede gustar George Clooney a sus admiradoras. Quizás con esta estrategia lo que pretenda el madurito galán sea rebajar el target de su público, gustarle a las quinceañeras. Pero, no te engañes, George, no te equivoques, las que te hemos hecho famoso hemos sido las otras. Nosotras, no esas jovencitas.

Bueno, ya he empezado a recoger firmas contra esta aberración. El dato que les he dado me parece lo suficientemente grave como para que todos nos movilicemos por esta causa: Salvemos las canas de George Clooney, por una madurez sin complejos, por una vida sin tintes.

P.D. Esta entrada sí que me ha quedado femenina. Ya. Lo sé.

lunes, 14 de abril de 2008

España es la caña

Este blog se actualiza menos que la carta del Burger King, lo sé. Disculpen este hecho del que me proclamo única y auténtica responsable. Cuando la falta de tiempo aprieta, lo ideal sería no derrocharlo con perdones y buenos propósitos para la entrada que viene. Pero, si una es de naturaleza llorona, no puede evitarse hacer el numerito, para alegría de los fanes y con la indulgencia de los que no lo son tanto (qué se le va a hacer: nunca llueve a gusto de todos) y así, como quien no quiere la cosa, ya me he ventilado un párrafo.
Comenzaremos diciendo la obviedad de '...ha pasado mucho tiempo', que parece que es una frase/pregunta tan recurrente como el 'y qué tiempo hace por ahí'. Pues, por aquí han pasado el tiempo, las noticias y las lluvias. Las noticias, en general, no son del todo desalentadoras. Entre todas las que se han producido y se producirán a lo largo del día, en este planeta y territorios adyacentes, me apetece a mí resaltar una. Que no digo que sea la única, ni la que merezca la pena ser señalada, sino la que subrayo porque me da la gana. Y como dice L'Oreal, porque yo lo valgo.
Ya me estoy viendo que esta entrada va a quedarme de lo más femenina/inista, y que puede que no cuente con el beneplácito de ustedes, queridos lectores, fuere su sexo el que sea, pero es lo que hay, me he levantado hoy así de respondona.

Al lío. Se produce en el día de hoy un hecho insólito que me provoca mucha esperanza, y también alguna duda: las tropas, los ejércitos y la cúpula militar se ponen en fila india. El dato sería que, por primera vez en la historia de nuestro país, una mujer pasa revista. Lo que han hecho las madres de toda la vida, antes de que saliéramos de casa al colegio, para evitar que lo hiciéramos con el moco colgando. Pero, claro, a otro nivel: la primera ministra ante la que se ponen firmes los soldados y sus superiores. Toma ya. Titularazo.
A mí este detalle me hace mucha ilusión, sobre todo porque no se me escapa que esta mujer, además de ministra, está embarazada. Imagínense lo que podrá contarle a su futuro hijo. Literalmente, la de batallitas que le contará su mamá. Bromas a parte de lo novedoso de la situación, el futuro parece que es más alentador para las mujeres. Se intuye tan incierto como el de los hombres, pero al menos ésta es la demostración visible de que podemos hacerlo igual. Igual de mal, o igual de bien que los hombres. Bueno, aunque de momento no parece que vaya a haber ministros hombres que ejerzan su trabajo embarazados.. aunque nunca se sabe.
Es por ello un placer para mí, parafrasear a la ministra y a Cine de Barrio, y proclamarles: Tanino-ninonino-niiiiiiii-que-viiiiva-espaaañaaa...