No sirvió de consuelo
aquel vano intento de
sobrevivir.
Y desde la otra orilla
te di la misma mejilla
sin poder distinguir
que mientras menos me buscas
más riesgo tienes de
dar conmigo.
Porque cuanto más te alejas
menos me cuesta
dar contigo.
Y sin poder evitarlo
tu lamento me dio
la clave para huir de ti
porque el destino
no es tan cobarde
porque ya era hora