jueves, 21 de febrero de 2008

Mememaníaca

La puerta mejor cerrada es aquella
que puede dejarse abierta
Proverbio chino
Ya estamos, amigos. Unos van abriendo puertas, mientras otros nos conformamos con cerrarnos las heridas, que dijo la gran filósofa, a la par que súper millonaria y número 1 en ventas, Gloria Estefan: ¿qué opinará sobre la noticia de que Fidel Castro se haya pedido ser cascarón de huevo? mejor dejo las divagaciones que me pierdo, y así no llegamos a ninguna parte.

Les sitúo: hay personas humanas en el mundo, con un cerebro y dos ojos, que son claramente superiores al resto y se empeñan en encomendar misiones a diestro y siniestro. Lo consiguen salvándonos, a las mentes adormiladillas, del letargo facilitado por la recurrente apatía. Inventan teorías o términos y, no sin esfuerzo neuronal, dan significado a ciertas palabras. No habrá cosas más interesantes que hacer en estos días de primavera adelantada, no habrá parques y exposiciones que recorrer… nada.
Nada mejor que la insistencia de ciertos entes, que se paran a pensar todo el rato, y encima exigen que el resto hagamos lo mismo. Está bien, por esta vez claudico, pero necesito llegar al origen de mis males y mis desvelos. Saber que lo que pienso tiene sentido, o comprender por qué no lo tiene. Y si no lo tiene, por qué no lo tiene y si lo tiene, por qué lo tiene.

Todos los órganos humanos se cansan
alguna vez, salvo la lengua
Konrad Adenauer


Anai can demor, no puedor
Chiquito de la Calzada
Todo comienza cuando mi venerada Nootka me engancha a la fugacidad de un ‘meme’. ¿Qué es un ‘meme’? ¿Me-me he perdido algo? uf. Estaríamos hablando, queridos, de “la unidad teórica de información cultural -para que se transmita de individuo a individuo" O de una mente a otra. Chium. Puro neologismo, porque el 'meme' en cuestión me demanda 6 manías y 4 enlaces al jueguito: lo que resulta de lo que es la síntesis de la transmisión de la unidad teórica de cultura. La madre del cordero. En mi pueblo, puro cotilleo: mercadeo de susurros, barra libre de murmuraciones. Pues al lío, que el tema me apasiona. A estas alturas no sirve de nada esta manía de hacerme la interesante.
Ya he cumplido algunos de los deberes a los que me ata el memecago: enlazar a la que me enmarronó. Faltan otros tres enmarronados, que son:
  1. Caracolillo, que tiene un blog por el que vale la pena pasar, para mecerte al ritmo de sus preciosas palabras.
  2. Nay, que no actualiza el suyo desde la primera edición de Operación Triunfo, o desde que hizo la primera comunión, con lo que el memeúltimatum puede encontrar sentido en sí mismo.
  3. El Naúfrago, que casi no navega por estas aguas, pero que de este modo puede darse un chapuzón en estos lodos cibernéticos, y está obligado a comentar.
And the mememanías goes to:
  1. Recurrir a canciones/frases conocidas cuando no sé cómo empezar una frase. Supero así el miedo a la página en blanco.
  2. Perderme entre líneas, divagar.
  3. Buscarlo todo en la wikipedia.
  4. Abusar del diccionario de la RAE.
  5. Pensar que Google tiene LAS respuestas, y enlazarme.
  6. Escribir mi nombre en este buscador, y consolarme viendo imágenes de mis otros yo's.

(Y pensar que mis manías encuentran su acepción correcta en la cuarta de la palabra furor, y han quedado claramente expuestas en esta entrada, iujuu )

2 comentarios:

Nootka dijo...

Unas manías tan exquisitas como estas solo podían nacer de una persona tan excepcional como usted, querida González.
Un besooooooooo.

elnaugrafodigital dijo...

Uff, vaya marrón, jajjaa. Creía que me ibas a echar la bronca por algo. A veces pasa, de pronto te meriendas un reproche por algo que ni recuerdas haber dicho, y te lo comes with poteitos an chis. Me alegro, que digo, mememe alegro, de tener el orgullo entonces de ser uno de los privialergiados que han sido tocados por el clarividente sentido elegidor de las mejores plumas que alumbran la blogosfera con su ágil e imprescindible prosa. Espero que esto no me suponga ninguna obligación, aparte de la de viajar a cuestar con esta plácida sensación de ser uno de los memememencionados en esta terapia de grupo sin curación ni remedio, y comprometerme, si, oh, acandemor, que placer es citar a Chiquito, hacia años que no lo hacia, jarl, ese peacho de fistro, digo, comprometerme, oh, por todos los santos laicos, a pasarme de vez en cuando por este foro y dejar algún comentario que intente alcanzar el insuperable nivel de la arriba firmante.

Atentamente,
El náufrago digital pero humano y con corasonsito