miércoles, 25 de marzo de 2020

Un perro como tú

*Décimo primer día de confinamiento: aquí seguimos, con cuidadito y mucho tiento.

Hoy me he levantado entre soviética y modorra. Un cóctel de hormonas extraño de cojones, créanme. ‘Emboliscaílla’, revenía: premenstrual. Lo siento, no puede ser una todos los días la alegría de la huerta. El rayo de luz que ilumina nuestra comunidad confinada de vecinos, la brisa que acaricia suavemente sus destinos. Sí ya, lo dejo ahí en tó lo alto, que me vengo arriba y todavía me creo la Danielle Steel. Venga. Levanto la persiana de un golpe seco y certero. Vaya, poco sol veo ahí fuera, a ver qué nos depara el día.  

Es miércoles y mi cuerpo me pide absentismo doméstico. Creo que voy a saltarme las normas de la casa, a ver si así me gano la expulsión a la azotea de una vez por todas. Que no, es coña, no se puede: zona común. Bueno, pues hoy no hago la cama, que le den. Ya puesta, me voy a saltar la clase de gimnasia y voy a pegarme una ducha de las que hacen afición. Me envalentono y frunzo el ceño en un amago de canalizar esta fuerza que me atrapa. Respiro profundo. Inspiro. Repito la operación y me jaleo, mientras hago un ejercicio de motivación interior algo sobre actuado. Lo reconozco, estos tiempos revueltos resaltan, aún más, el dramatismo de las que ya de por sí somos dramáticas.

Salgo a la terraza, con el café y los aperos. El sol no está, ni se le espera. Date por saludado, Lorenzo. Hago un levantamiento de mano al horizonte, con talante alegre pero un pelín desganá y le doy un sorbito al café. Glup. Parece ser que alguien se da por aludido. Veo una mano revoloteando en un balcón. Arrugo de nuevo la vista y ahí está. La mano saluda desde la distancia. Pertenece a un cuerpo, no consigo enfocarlo demasiado bien, pero le devuelvo el saludo educadamente en la lejanía. Y así, a lo tonto, como dos tontos debo decir, nos sumimos en un bucle reconfortante de manotazos al aire, que dura por lo menos medio minuto. Y nada, me despido de mi nuevo amigo. Don Pepito. No sin antes pensar, qué bonito es conocerse en la lontananza, más allá de los balcones. Cómo están las cabecitas, pero se me está arreglando el día.

Entro en casa y en el salón hay un ambientazo fitness que te cagas. Mi madre a tope, haciendo el esfuerzo de seguir a Césc, al tiempo que golpea al aire decidida ‘¡hoy tocan puños, gorda!’ Cómo le gusta a mi madre repartir galletas, gensanta. La dejo con el entrenamiento y voy a la habitación. Allí el espectáculo es desolador. Cajas en el suelo. La cama sin hacer, la ropa por el medio. Libros encima de la mesa. Apuntes. Más ropa en la silla. El dormitorio de una absentista doméstica de manual, pienso, no sin cierto orgullo. Después de la ducha me visto y me rindo, tengo que ordenar mi cuarto. Lo asumo cabizbaja. Me pongo a ello.

En días como éstos hago lo que puede hacerse en estos días. Hoy preparo unos guisantes congelados con jamón y huevo escalfado. Me quedan buenísimos, pero con mu mala presencia los pobres, se ven horrorosos. Después de comer, escribo un rato. También leo un relato precioso que escribió una amiga. Me doy cuenta de lo que me gustan las palabras y las historias, y agradezco, pese a las circunstancias, el poder estar haciendo esto que hago ahora.

En estos días extraños echo de menos muchas cosas, a muchas personas, pero escucho la banda sonora de hoy, de Poncho K  y parece que se me pasa. Porque a veces, yo también quiero ser un poco perro. 

Seguiremos informando. Cuídense mucho, queridas.

10 comentarios:

Mami dijo...

Ánimo periolistilla!!!! Ay qué bien escribe mi niña!!!

Emejota dijo...

Venga que ya queda un día menos para vernos y fundirnos en un enorme abrazo

Anuskula dijo...

Preciosa! Que alegría leerte aunque no haya sido de tus mejores días. Cuantas ganas de achuchar te. Besos q curan y alegran los días, de parte de Lara y míos porsupuesto

Mon dijo...

Gracias por alegrarme la mañana! Las conversaciones con la mano es una nueva técnica jejeje... cualquier día me pongo la gimnasia como vosotras. Besazos

Anónimo dijo...

Muy bien contado ese día de ayer, un día que te quedó como los guisantes feo por fuera pero q seguro en el fondo era bueno. Abrazo

González dijo...

Jajajaja madre, se te ve el plumero😘😘😘

González dijo...

Claro que sí, preciosa!😘😘😘

González dijo...

Amigaaaaa!!! Ya falta un día menos 😘😘😘

González dijo...

Eso es, anímate Mon, es muy divertido!😂😘😘😘

González dijo...

Muchas gracias Tere, vamos a por el día de hoy!😘😘😘